Espíritu Santo
Querido Espíritu Santo,
fuente de discernimiento,
amor, paz y sentimiento,
alúmbranos con tu encanto.
Siete dones santos tienes
sabiduría y ciencia,
entendimiento y piedad,
temor de Dios, fortaleza,
consejo en todo lugar.
Sin ti no hay vida ni luz,
tú eres quien me das
consuelo,
tú eres fuerza y plenitud,
que me eleva hacia el cielo.
Porque sin ti nada soy,
Tú me lo has dado todo
a donde tú vas yo voy,
luchando codo con codo.
Me ayudas en mi camino,
me curas los amargores,
el cielo lo haces destino,
alivias nuestros dolores.
Dentro de mi permaneces,
aunque yo no quiera verte,
en mi alma tu apareces,
y siempre me fortaleces.
En la perseverancia,
y ante la adversidad.
Despacito y con constancia,
todo se puede lograr.
Dejémonos moldear,
por el mejor alfarero,
y así podremos entrar,
en el amor y en el cielo.
No maltratemos el templo,
no descuidemos el alma,
demos nosotros ejemplo,
viviendo una vida santa.
Espíritu de verdad,
Espíritu de vida,
sin ti no hay felicidad,
mi alma en ti está unida.
Sin ti seriamos huérfanos.
llenos de errores inmensos,
sucumbiendo en un océano,
aterrados e indefensos.
Tú eres del fuego la llama,
del amor eres la fuente,
de mi boca tu palabra,
hasta el fin y hasta la muerte.
Te invoco Espíritu
Santo,
te venero y te idolatro,
Infúndeme tus encantos,
pues en ti pongo mis manos.
Siento que a través de ti,
Dios está en todo presente,
mi hermano está en mí,
y yo en él completamente.
Pues somos comunidad,
y todos distintos en
uno,
y uno distinto en todos,
y junto a ti la verdad:
El amor que hay más puro,
el amor más verdadero,
en ti me siento seguro,
en ti confío y espero.
Compañero paráclito,
fuente vital de mi vida,
como el agua, necesario,
pues tú curas mis heridas.
Fernando
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