Decisiones Tellistas 20-20.
Ser
fuerte, como actitud de vida, se desprende de la virtud de La Fortaleza, que es
una de las cuatro virtudes cardinales, y todas de orden espiritual.
Lo físico
nada tiene que ver aquí.
Pues puedo ser muy fuerte físicamente y extremadamente
débil espiritualmente.
Ser fuerte, por tanto, requiere hacer ejercicios espirituales.
Nuestra Madre expresa que su fuerza existencial, la que la hizo plantarse
firme, la que la hizo enfrentar tristezas, miedos, calumnias y la muerte de
María Briz, es dejarse mirar por Jesús: “En
tu mirada recibí la fuerza y la victoria”.
Sencillo ejercicio para dar
pasos firmes, para hacer cara a las dificultades, para cargar el dolor de
muchos y para decirnos: “no descanses
corazón mío, hasta lograrlo”.
Hoy he decidido ser fuerte.
Tellista: atrévete a ser libre.
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