Decisiones Tellistas 20-20.
“Dejo
hablar al corazón”.
Decidir orar es
sencillamente esto: dejar que mi corazón (sentimientos y pensamientos) hable
todo lo que tenga que hablar.
Pero decidir orar, también es “mucho mirarle” en el Sagrario y en el
Sufriente.
Hemos heredado de nuestra buena Madre esta actitud orante, porque es
en la oración, donde voy aquilatando la mirada a Dios, mi propia mirada y la
mirada a los hermanos, “Pues habiendo
mirado a Jesús una vez siquiera, todo parece de otro modo”.
Decidirse a
orar, es encontrar el sentido de la vida: el para qué existo, porque se lo
puedo preguntar al Señor: “ya mi Jesús,
es tiempo de que aquí a tu lado te pregunte ¿Para qué?”.
En mi oración
personal puedo descubrir el sentido de mi vida.
Hoy he decidido orar.
Tellista: Atrévete a ser
libre
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