Decisiones Tellistas 20-20.
“Gracias a Dios. Qué beso de Bendición.”
La
única vida que tenemos tiene que transpirar en agradecimiento al Dios
Providente.
“Cuánto te debemos” dice
la Madre y cuenta que en la casa de
Nazaret “hasta las paredes respiran amor
de agradecimiento”.
Decidir vivir en un amor agradecido, es experimentar
que no lo tengo que controlar todo, porque estoy enfrente del Dador de toda
gracia.
Al no estar en esta gracia, la angustia llega y el sendero se estrecha.
El movernos en un amor agradecido, nos permite ver cómo Dios actúa y dilata los
más estrechos caminos, para que yo pueda pasar y agradecer al Señor un “amor tranquilo”.
Hoy decido dar gracias.
Tellista: atrévete a ser libre.
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