Entrega del “cuatrolatas” del párroco de una barriada
obrera de Verona que le ha regalado al Papa Francisco.
Si acompañamos
las palabras con los gestos, será más fácil que nuestra semilla de fruto. De ahí las palabras de Matilde: ”Donde Dios nos plantó,
es necesario florecer”, que acompañan el
lema de este curso en todos los centros de las HHMMI.
NUESTRA PALABRA DE HOY:
Del
Evangelio según Lucas 14,25-33
Caminaba con él mucha gente y, volviéndose,
les dijo: «Si alguno viene junto a mí y no odia a su padre, a su madre, a su
mujer, a sus hijos, a sus hermanos, a sus hermanas y hasta su propia vida, no
puede ser discípulo mío. El que no lleve su cruz y venga en pos de mí, no puede
ser discípulo mío. «Porque ¿quién de vosotros, que quiere edificar una torre,
no se sienta primero a calcular los gastos y ver si tiene para acabarla? No sea
que, habiendo puesto los cimientos y no pudiendo terminar, todos los que lo
vean se pongan a burlarse de él, diciendo: `Éste comenzó a edificar y no pudo
terminar.' O ¿qué rey, antes de salir contra otro rey, no se sienta a deliberar
si con diez mil puede salir al paso del que viene contra él con veinte mil? Y
si no, cuando el otro está todavía lejos, envía una embajada para pedir
condiciones de paz. Pues, de igual manera, cualquiera de vosotros que no
renuncie a todos sus bienes no puede ser discípulo mío.
DOS COMENTARIOS PARA DAR PUNTADAS CON EL
MISMO HILO:
-Un
gran gentío acompañaba a Jesús por el camino; Él se volvió y les dijo: "Si
uno quiere ser de los míos y no me prefiere a su padre y a su madre, a su mujer
y a sus hijos, a sus hermanos y hermanas y hasta a su propia vida, no puede ser
discípulo mío".
Ya estamos advertidos.
El amor universal sin condiciones y sin
fronteras no es un suave sentimiento muy tranquilo y muy
fácil. Es una revolución.
Jesús pide una renuncia total, para que
nuestra entrega a Él sea también total.
Escuchemos esto, por difícil que pueda
parecernos:
Jesús,
en la lengua aramea que no tiene "comparativo" ha usado un término
mucho más violento y que el texto griego tampoco ha suavizado... pero que nos
ha parecido demasiado duro, y que hemos traducido por "preferir": de
hecho ¡el término sería "odiar"! "Si uno quiere ser de los míos
y no odia a su padre, a su madre, a su mujer..." Ya sabemos que Jesús
quiere que amemos a los nuestros. El amor filial, el amor conyugal, el amor
fraterno son "sagrados". Pero el amor de Dios, que los sostiene y los
anima, debe ser mayor todavía.
-Quien no carga con su cruz y se viene
detrás de mí, no puede ser discípulo mío.
¡Seguir a Jesús no es cosa fácil! y
¡cuesta caro! exige inversiones costosas... ¡Hay que echar el resto!
¡Hay que comprometerse por entero!
"Cargar con su cruz".
Nosotros, en el siglo XX, no hemos visto
este espectáculo en la calle. Pero los oyentes de Jesús y los
lectores de Lucas, todos habían visto
algún día, al que había de ser crucificado cargado con su cruz
hasta el lugar de la ejecución.
En la antigüedad ¡éste era el suplicio de
los desertores y de los esclavos! No olvidemos que Jesús se
prepara para subir a Jerusalén donde El
personalmente dará ese espectáculo lamentable por las calles
de la ciudad hasta el lugar de su tortura.
"Caminar siguiendo a Jesús".
De ahora en adelante, que no nos
extrañen los obstáculos, ni los sufrimientos, ni las dificultades de la
vida cristiana.
Tampoco hemos de soportarlos a regañadientes,
refunfuñando... más bien tenemos que considerarlos
objeto de una comunión con Jesús, o como
una participación a su obra esencial, como un "caminar en
seguimiento de Jesús".
Contemplo a Jesús que va caminando... yo
le sigo detrás...
-Quién es el que quiere edificar una
torre... construir
Quién es el rey que parte a guerrear...
combatir
Dos empresas que requieren reflexión y
perseverancia.
-Que no empieza por sentarse... Para
calcular el gasto.
Que no empieza por sentarse... Para ver
si podrá afrontar al adversario...
Seguir a Jesús, eso no se hace sin
reflexionar, sin pensarlo de antemano. Como para una empresa que
hay que prever y para la que es
necesario organizarse.
"Sentarse"
El
deber de sentarse para reflexionar, con el bolígrafo en la mano, calculando las
ganancias y las
pérdidas. Es cosa de considerarla dos
veces.
Por el hecho de "seguir a
Jesús", ¿qué voy a ganar? ¿qué voy a perder?
-De igual manera, todo aquel de vosotros
que no renuncie a todos sus bienes, no puede ser discípulo
mío.
¿Qué "he arriesgado" yo por
Jesús? En la alegría del don total.
NOEL
QUESSON
PALABRA
DE DIOS PARA CADA DIA 2
EVANG.
DE PENTECOSTES A ADVIENTO
EDIT. CLARET/BARCELONA
1983.Pág. 264 s.
Hay en los versículos de este evangelio una fórmula
que aparece dos veces: ése "no puede ser discípulo mío" (vv. 27 y
33). Esta doble conclusión, este refrán podemos decir, dirige la interpretación
del texto. Se nos invita a una meditación sobre las condiciones requeridas a
cualquiera que desee ser discípulo de Jesús.
¿Cuáles son estas condiciones? En una primera lectura
vemos ya una característica. Las condiciones exigidas a la candidatura del
discípulo recaen sobre la relación de éste con las diversas y numerosas, muy
numerosas realidades, que llenan su vida. Se trata del padre, de la madre, de
la esposa, de los hijos, de los hermanos, de las hermanas, de la propia vida y,
finalmente, de todos los bienes. La panoplia es abundante; nos preguntaríamos
si en la vida del hombre existe algo que quede fuera de la relación establecida
entre Jesús y el que se hace su discípulo.
Esa relación compromete toda la vida, todo cuanto
llena la existencia humana. Es un punto importante que hay que subrayar.
Nada debe escapar al influjo que Jesús ejerce sobre la
vida de su discípulo y que éste último va a aceptar libremente.
La adhesión a Jesús lleva, pues, a un comportamiento
nuevo de cara a todas las cosas. (...).
Doctrina difícil de entender y que hay que introducir
lealmente en la vida. Se entiende que el autor de la primera lectura hable de
la dificultad de conocer el designio de Dios, la llamada de Dios dirigida a
cada uno. Este conocimiento no puede venir más que de Dios mismo, que comunica
su Sabiduría y su Espíritu.
Ojalá los cristianos de hoy estén atentos a esa
Sabiduría, a este Espíritu, a fin de vivir en verdad la llamada de Jesús a
amarle más que a todo, a seguirle llevando la propia cruz, a renunciar a todos
los bienes; en una palabra, a llevar a cabo las opciones decisivas que hacen de
cada uno sal para el mundo.
LOUIS MONLOUBOU
LEER Y PREDICAR EL EVANGELIO DE LUCAS
EDIT. SAL TERRAE SANTANDER 1982.Pág. 244
Nos toca a nosotros construir nuestra propia vida, pero
con el cemento del amor de Dios parece que las estructuras que levantemos
(familia, amistad, trabajo, etc.) serán más resistentes y acogedoras. Pues, ¡pongámonos
manos a la obra!
No partamos de la nada, gentiles. Todo nuestro bagaje es
reutilizable, reciclable y ecológico. Mantengamos la oración, la escucha, el
silencio, la alegría y la acción.
Esos han de ser nuestros cimientos para el nuevo curso.
PERO NO OLVIDEMOS LA REALIDAD QUE VIVIMOS. Sin esos
planos todo se vendrá abajo.
NO TENGÁIS MIEDO.
¡ADELANTE, ADELANTE! AMEN
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