Saludo.
¡Buenos días, queridos alumnos! Hoy nos reunimos aquí para celebrar a María, Madre
de la Iglesia. ¡Nos alegra mucho celebrar a nuestra Madre María!
María, como madre amorosa, nos cuida, nos protege y nos guía en nuestro camino de
fe. Ella es un ejemplo de amor, esperanza y entrega para todos nosotros.
En este día especial, le abrimos nuestros corazones a María para recibir su amor y su
bendición
Presentación de imágenes.
Se mostrarán a los alumnos diferentes imágenes de María que destaquen una
cualidad de ella y expliquemos con esa imagen su importancia en la vida de los
cristianos como Madre de la Iglesia.
A) Contemplamos la imagen de María cubriendo con su manto a un grupo de niños en la
oscuridad de la noche. En esta escena, vemos el amor maternal de María
extendiéndose sobre nosotros, sus hijos, ofreciéndonos protección y consuelo en
medio de las sombras de este mundo. Los niños, con sonrisas en sus rostros, miran a
María con confianza y alegría, sabiendo que bajo su cuidado están seguros y amados.
En esta imagen, vemos a María como nuestra protectora celestial, como aquella que
vela por nosotros en todo momento, especialmente en las horas de oscuridad y
dificultad. Su manto nos cubre y nos envuelve, brindándonos seguridad y paz. En su
rostro sereno y amoroso, encontramos consuelo y esperanza, recordándonos que
nunca estamos solos, que siempre tenemos a una madre celestial que nos cuida y nos
ama.
B) Contemplamos la imagen de María embarazada, con su vientre creciendo, esperando
con esperanza y alegría el nacimiento de su Hijo. En esta imagen, vemos la promesa
de vida, la promesa de redención para toda la humanidad. María lleva en su vientre al
Salvador, al Mesías, al que traerá luz al mundo y redimirá a todos los que creen en él.
En esta imagen, vemos a María como madre, como la madre de todos nosotros, la
madre de la Iglesia. En su embarazo, vemos su amor incondicional por su Hijo y por
todos nosotros, sus hijos. En su vientre, lleva no solo a Jesús, sino también a cada uno
de nosotros, a toda la humanidad, unidos en el amor de Dios.
C) En esta escena, vemos el amor maternal de María manifestándose en su gesto
cuidadoso y en su mirada atenta hacia la niña. La niña, con una expresión de
preocupación en su rostro, confía en María y encuentra en ella un refugio seguro para
compartir sus preocupaciones.
En esta imagen, vemos a María como nuestra madre compasiva y atenta, como aquella
que nos escucha con amor y nos consuela en nuestras preocupaciones y angustias. Su
presencia calmante y su sonrisa amorosa nos infunden paz y esperanza,
recordándonos que siempre podemos acudir a ella en busca de consuelo y apoyo.
D) Contemplamos la imagen de María, con su mirada serena y su mano extendida,
invitándonos a acercarnos a ella. En su rostro, vemos la bondad y la compasión que
emanan de su corazón maternal. Su mano abierta nos invita a confiar en ella, a
depositar nuestras cargas y preocupaciones a sus pies, sabiendo que siempre
encontraremos consuelo y apoyo en su amor.
En esta imagen, vemos a María como nuestra guía en el camino de la fe, como aquella
que nos muestra el camino hacia su Hijo, Jesús. Su mano extendida nos indica el
camino hacia la verdad y la vida, hacia la paz y la esperanza que solo podemos
encontrar en Cristo. Ella nos invita a venir a ella, a acercarnos a su corazón, donde
encontraremos refugio y consuelo en medio de las tormentas de la vida.
Explicación de por qué María es madre de la Iglesia.
María es reconocida como madre de la Iglesia por varias razones fundamentales. En
primer lugar, en el momento de la crucifixión de Jesús, Él le encomendó a Juan, el
discípulo amado, y a través de él a toda la humanidad, diciendo: "Mujer, ahí tienes a tu
hijo" (Juan 19:26-27). Con este gesto, Jesús nos entregó a todos a los cuidados
maternales de María.
Además, María estuvo presente en Pentecostés, cuando el
Espíritu Santo descendió sobre los apóstoles y comenzó la misión de la Iglesia. Su
presencia allí muestra su papel central en la comunidad cristiana naciente. Como
madre de Jesús, el fundador de la Iglesia, y como modelo de discipulado y fe para
todos los creyentes, María es considerada la madre espiritual de todos los cristianos.
Peticiones
• Que María, madre de la Iglesia, nos enseñe a acoger a todos los hermanos y
hermanas en la fe con amor y compasión, siguiendo su ejemplo de ternura y
servicio. Roguemos al Señor.
• Que María interceda por nosotros ante su Hijo, Jesús, para que podamos crecer
en nuestra relación con Él y en nuestro compromiso con el Evangelio.
Roguemos al Señor.
• Que María nos acompañe en los momentos de dificultad y prueba, brindándonos
consuelo y fortaleza en nuestra jornada de fe. Roguemos al Señor.
• Que María nos guíe en nuestro camino hacia la santidad, ayudándonos a imitar
sus virtudes de humildad, obediencia y entrega total a la voluntad de Dios.
Roguemos al Señor.
• Que María, madre amorosa de la Iglesia, nos ayude a construir comunidades
cristianas auténticas, basadas en el amor, la justicia y la fraternidad.
Roguemos al Señor.
REALIZACIÓN DEL GESTO
Oración final
Oh María, madre de la Iglesia, te pedimos que nos acompañes en nuestro caminar de
fe, que nos guíes con tu ternura maternal y nos protejas con tu manto amoroso.
Intercede por nosotros ante tu Hijo, Jesús, y ayúdanos a ser fieles discípulos suyos,
comprometidos en la construcción de su Reino de amor y paz. Que tu ejemplo de
humildad y servicio nos inspire a vivir con generosidad y compasión, siempre
dispuestos a llevar la luz del Evangelio a todos los rincones del mundo. Amén.
REZAMOS TODOS JUNTOS; “DIOS TE SALVE MARÍA...
No hay comentarios:
Publicar un comentario