viernes, 14 de junio de 2024

GRUPO DE ORACIÓN "CON MATILDE A LA LUZ DE UN SAGRARIO" (16JUNIO2024)

 LA PALABRA:



Lectura del santo evangelio según san Marcos (4,26-34):


En aquel tiempo, Jesús dijo a la multitud: «El Reino de Dios se parece a lo que sucede cuando un hombre siembra la semilla en la tierra: que pasan las noches y los días, y sin que él sepa cómo, la semilla germina y crece; y la tierra, por sí sola, va produciendo el fruto: primero los tallos, luego las espigas y después los granos en las espigas. Y cuando ya están maduros los granos, el hombre echa mano de la hoz, pues ha llegado el tiempo de la cosecha.»
Les dijo también: «¿Con qué compararemos el Reino de Dios? ¿Con qué parábola lo podremos representar? Es como una semilla de mostaza que, cuando se siembra, es la más pequeña de las semillas; pero una vez sembrada, crece y se convierte en el mayor de los arbustos y echa ramas tan grandes, que los pájaros pueden anidar a su sombra.»

Y con otras muchas parábolas semejantes les estuvo exponiendo su mensaje, de acuerdo con lo que ellos podían entender. Y no les hablaba sino en parábolas; pero a sus discípulos les explicaba todo en privado.

Palabra del Señor


LA VIDA COMO REGALO


Casi todo nos invita hoy a vivir bajo el signo de la actividad, la programación y el rendimiento. Pocas diferencias ha habido en esto entre el capitalismo y el socialismo. A la hora de valorar a la persona, siempre se termina por medirla por su capacidad de producción.

Se puede decir que la sociedad moderna ha llegado a la convicción práctica de que, para darle a la vida su verdadero sentido y su contenido más pleno, lo único importante es sacarle el máximo rendimiento por medio del esfuerzo y la actividad.

Por eso se nos hace tan extraña y embarazosa esa pequeña parábola, recogida por el evangelista Marcos, en la que Jesús compara el «reino de Dios» con una semilla que crece por sí sola, sin que el labrador le proporcione la fuerza para germinar y crecer. Sin duda es importante el trabajo de siembra que realiza el labrador, pero en la semilla hay algo que no ha puesto él: una fuerza vital que no se debe a su esfuerzo.

Experimentar la vida como regalo es probablemente una de las cosas que nos puede hacer vivir a los hombres y mujeres de hoy de manera nueva, más atentos no solo a lo que conseguimos con nuestro trabajo, sino también a lo que vamos recibiendo de manera gratuita.

Aunque tal vez no lo percibimos así, nuestra mayor «desgracia» es vivir solo de nuestro esfuerzo, sin dejarnos agraciar y bendecir por Dios, y sin disfrutar de lo que se nos va regalando constantemente. Pasar por la vida sin dejarnos sorprender por la «novedad» de cada día.

Todos necesitamos hoy aprender a vivir de manera más abierta y acogedora, en actitud más contemplativa y agradecida. Alguien ha dicho que hay problemas que no se «resuelven» a base de esfuerzo, sino que se «disuelven» cuando sabemos acoger la gracia de Dios en nosotros. Se nos olvida que, en definitiva, como decía Georges Bernanos, «todo es gracia», porque todo, absolutamente todo, está sostenido y penetrado por el misterio de ese Dios que es gracia, perdón y acogida para todas sus criaturas. Así nos lo revela Jesús.

José Antonio Pagola


Publicado en www.gruposdejesus.com




Lectura del Profeta Ezequiel (17,22-24):

Esto dice el Señor Dios: «Arrancaré una rama del alto cedro y la plantaré. De sus ramas más altas arrancaré una tierna y la plantaré en la cima de un monte elevado; la plantaré en la montaña más alta de Israel; para que eche brotes y dé fruto y se haga un cedro noble. Anidarán en él aves de toda pluma, anidarán al abrigo de sus ramas. Y todos los árboles silvestres sabrán que yo soy el Señor, que humilla los árboles altos y ensalza los árboles humildes, que seca los árboles lozanos y hace florecer los árboles secos. Yo, el Señor, lo he dicho y lo haré.»

Palabra de Dios



Sal 91,2-3.13-14.15-16

R/. Es bueno darte gracias, Señor


Es bueno dar gracias al Señor
y tocar para tu nombre, oh Altísimo,
proclamar por la mañana tu misericordia
y de noche tu fidelidad.
R/.

El justo crecerá como una palmera,
se alzará como un cedro del Líbano;
plantado en la casa del Señor,
crecerá en los atrios de nuestro Dios. R/.

En la vejez seguirá dando fruto
y estará lozano y frondoso,
para proclamar que el Señor es justo,
que en mi Roca no existe la maldad. R/.



Lectura de la segunda carta de san Pablo a los Corintios (5,6-10):

Siempre tenemos confianza, aunque sabemos que, mientras vivimos en el cuerpo, estamos desterrados, lejos del Señor. Caminamos guiados por la fe, sin ver todavía. Estamos, pues, llenos de confianza y preferimos salir de este cuerpo para vivir con el Señor. Por eso procuramos agradarle, en el destierro o en la patria. Porque todos tendremos que comparecer ante el tribunal de Cristo, para recibir el premio o el castigo por lo que hayamos hecho en esta vida.

Palabra de Dios

¡ÁNIMO Y ADELANTE...SIEMPRE ADELANTE!

Hay cosas que no pasan de moda. Es un sencillo y antiguo experimento y sin embargo sigue asombrando a niños y mayores la alubia que germina a los pocos días de envolverla en un algodón humedecido.

Una mirada profunda y contemplativa, como la de Jesús, sabe apreciar el misterioso dinamismo de la vida en el crecimiento de una semilla. Las enseñanzas de la parábola son multitud y quería poner el foco en una de ellas. Las cosas positivas que sembramos hoy parecen muy poca cosa ante la realidad del mal que nos abruma. El evangelio de hoy invita a la esperanza. Esos granos de mostaza diminutos pueden llegar a ser grandes árboles para el cobijo de muchos. Así sea.

 https://www.feadulta.com/es/carta/estasemana.html


https://www.youtube.com/watch?v=d44eFQ5tIyg

Somos grano de mostaza, somos esqueje de cedro.

Somos pan y vino, somos oración.


Somos de María, somos abrazos.

Somos necesitado, somos prójimo.

Somos lo primero, somos lo último.

Somos coro, somos canción.

Somos el grito, somos el silencio

Somos problema, somos solución.

Somos la guía, somos el camino.

Somos espejo, somos reflejo.

Somos lo nuevo, somos la tradición.

Somos alegría, somos perdón.

Somos la sal, somos el mundo.

Somos luz, somos faro.

Somos la cruz, somos la resurrección.

Somos palabra. somos  misión.

Somos Matilde, somos corazón.

Somos Jesús, somos Amor.


Los tellistas estamos en un momento de lógica autodefinición, como parte del proceso de implementación de la Misión Compartida, con el fin de cimentar nuestra familia carismática, más allá de su nombre: FAMILIA TELLISTA.

Religiosas y laicos, somos muchas cosas por separado, y muchas cosas  juntos,  y  eso nos permite, con la fe y la confianza en Dios de los bautizados, afirmar que todas y cada una  de ellas son OBRA DE DIOS.

Pero lo cierto es que JUNTOS es como ESTAMOS LLAMADOS A CONSTRUIR EL REINO.
¡SOMOS UNA FAMILIA EVANGELIZADORA!



Por ese CAMINAR JUNTOS, ¡ADELANTE, SIEMPRE ADELANTE! y SER Y SENTIR TELLISTA es por lo que hoy vamos a dar GRACIAS, ahora que el curso está a una semana de terminar.

Vamos a pedirle al Señor, 
que nuestras barcas lleguen a buen puerto, 
que pese al cansancio y a la burocracia sigamos poniendo todo el el acento en nuestros alumnos y en sus familias 
y que  todos y cada uno de nosotros, y en especial  los que están de baja por enfermedad, nos cuidemos, apoyemos y ayudemos para llegar con bien a la  meta.

Sea toda nuestra vida un acto de amor.
¡ADELANTE, SIEMPRE ADELANTE!

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