E EN EL NOMBRE DEL PADRE...
CONMEMORACIÓN DE LA MUERTE DE MADRE MATILDE
HOY CONMEMORAMOS LA MUERTE DE MUERTE MADRE MATILDE.
Cuando alguien
se va de nuestro lado para siempre, no podemos evitarla tristeza, sin embargo
sabemos que su vida, sus enseñanzas, su luz... seguirán siempre vivos en
nuestros corazones.
¿Cómo sé que
los que ya no están han brillado? Muy sencillo, por el recuerdo que han dejado
en nosotros, en la familia, en los amigos. Y también por sus obras, por lo que
han hecho para los demás.
Hoy traemos ante toda la comunidad educativa el recuerdo de las últimas horas de Madre Matilde para que al escuchar descubramos su brillo, un brillo especial pues está en camino de ser declarada santa.
Como todos recordaréis
El lunes, día 15 de
Diciembre, la Madre altera su horario porque
tiene que ir a Badajoz. Es temprano y hace frío.
La Madre se dirige a la estación. Es uno de
los días más cortos del año. A mitad de camino la Madre
empieza a sentirse mal, con disimulo se
va apoyando en la pared, no quiere que sor Regina que la acompaña, sé de
cuenta. De repente, se desploma y cae al suelo sin sentido.
Sor Regina llama alarmada a una puerta.
Los pocos transeúntes que circulan a esa hora por la calle se
alarman “¡Es la Madre! ¡Es la Madre!”
Así, con artículo determinado y con pena. Un hombre va corriendo al
convento y se lo dice a las religiosas.
Cuando
llegan Doña Isabel Barquero ha abierto las puertas de su casa y les
ofrece todo lo que hay en ella. Tiran
un colchón en el suelo y colocan allí el cuerpo de la Madre Matilde.
Llega
apresurado el médico y mueve negativamente la
cabeza. No puede disimular su pena. Algunos le vieron
llorar. No había nada que hacer.
Aunque sin conciencia, dura el lunes y martes. Todo Don Benito se
une al dolor de las “Hijas de María, Madre de la Iglesia.
Matilde Téllez Robles, mujer y
monja, entrega su alma a Dios en las primeras horas del
miércoles 17 de Diciembre de 1902.
Madre
Matilde se va al encuentro del Señor sin querer molestar, en silencio.
Aunque
el ruido, el jaleo, la pena lo ponen todos los que la ven morir,
por
impotencia al no poder curarla, el
médico,
por
generosidad, la dueña de la casa,
por
desconsuelo, las hermanas del convento,
por
cariño ,el pueblo cuando se entera.
Una
vida entregada a la oración y a los demás es el mejor ejemplo del plan de Dios
para que seamos felices.
Compartir
nuestros dones y virtudes con los que nos rodean es el inicio del camino para
ser santos.
Es la mejor forma de dar gracias a Dios por el regalo de la vida.
Gesto de la margarita.
Valores : Trascendencia y gratitud
REZAMOS todos juntos un Padre Nuestro y un Ave María.
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