LLAMAMIENTO
También hoy el pensamiento va a Israel y Palestina. Las víctimas aumentan y la situación en Gaza es desesperada. ¡Se haga, por favor, todo lo posible para evitar una catástrofe humanitaria!
Preocupa la posible prolongación del conflicto, mientras en el mundo ya hay muchos frentes de guerra abiertos. ¡Callen las armas! ¡Se escuche el grito de paz de los pueblos, de la gente, de los niños! Hermanos y hermanas, la guerra no resuelve ningún problema, solo siembra muerte y destrucción, aumenta el odio y multiplica la venganza. La guerra cancela el futuro. Exhorto a los creyentes a tomar en este conflicto una sola parte: la de la paz; pero no de palabra, con la oración, con la dedicación total.
Pensando en esto, he decidido convocar, el viernes 27 de octubre, una jornada de ayuno y oración, de penitencia, a la cual invito a unirse, de la forma que consideren oportuno, a las hermanas y los hermanos de las varias confesiones cristianas, los pertenecientes a otras religiones y a cuantos tienen en el corazón la causa de la paz en el mundo. Esa tarde a las 18.00 en San Pedro viviremos, en espíritu de penitencia, una hora de oración para implorar sobre nuestros días la paz, la paz en este mundo. Pido a todas las Iglesias particulares que participen, preparando iniciativas similares que involucren al Pueblo de Dios.
PAPA FRANCISCO
https://www.vatican.va/content/francesco/es/audiences/2023/documents/20231018-udienza-generale.html
ORACIÓN POR LA PAZ
Jesús repitió: «Paz a vosotros. Como el Padre me ha enviado, así también os envío yo» (Jn 20, 21).
Al Dios de la paz, Padre de todas las personas, presentemos las necesidades de nuestro mundo y supliquémosle que envíe el don de la paz.
Tengamos presentes a personas y grupos que, en diferentes lugares del planeta trabajan para construir un mundo en paz y para ayudar a las personas a sanar las heridas generadas por las guerras y los conflictos.
Respondemos: Señor, escucha nuestra oración.
* Por los cristianos y todas las personas de buena voluntad, para que nunca perdamos la esperanza de que construir la paz es posible. ROGUEMOS AL SEÑOR.
* Por los gobernantes de las naciones, para que estén abiertos a escuchar las necesidades de su pueblo, luchen contra la desigualdad y trabajen por el Bien Común. ROGUEMOS AL SEÑOR.
* Por nuestra sociedad, tantas veces cargada de egoísmos e indiferencias, para que despertemos ante el dolor ajeno y acompañemos activa y afectivamente a quienes sufren. ROGUEMOS AL SEÑOR.
* Por los jóvenes de todas las partes del mundo, para que, a través de la educación, lleguen a ser personas libres y responsables, capaces de trabajar por la paz y el desarrollo integral de las personas y de las comunidades. ROGUEMOS AL SEÑOR.
* Por todos los que han muerto en las guerras y otros conflictos sociales, por las víctimas de los fanatismos y regímenes dictatoriales, por los que mueren en las fronteras y lejos de su patria, para que puedan contemplar el rostro amoroso de Dios. ROGUEMOS AL SEÑOR.
En silencio, presentamos nuestros deseos de paz al Señor.
REZAMOS UNIDOS POR NUESTRAS MANOS TODOS JUNTOS:
Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu Reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal. Amén.
Que esta oración que realizamos los tellistas, unidos a muchas otras, ayude a detener los conflictos/guerras y a extender la paz en nuestros corazones.
¡Sea toda nuestra vida un acto de amor!
¡ADELANTE, SIEMPRE ADELANTE
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