¡¡¡ BUEN VIAJE, MADRE!!!
Antiguamente, en el mes de Mayo era costumbre, entre los católicos, enviar una imagen de la Virgen dentro de una cajita que iba de casa en casa. Esas personas tenían mucho orgullo de recibir la imagen en su casa. En recuerdo de esa antigua costumbre te envío esta imagen de la Virgen Medalla Milagrosa para que te ayude en caso que la aceptes.
Será una prueba de amor hacer seguir este mensaje a fin de que la Virgen María viaje de casa en casa, de hogar en hogar, de escritorio en escritorio, Ella estará bien si llega a un lugar en el que alguien la esté necesitando y ella pueda ayudar... aliviar los problemas. Nuestra Santa Madre recorre el mundo entero llevándose nuestras preocupaciones y nuestras angustias. Te la enviamos, no la retengas y ayúdale a continuar su camino llevándole socorro a quien lo necesite, pues hay muchos acreditándole en este preciso momento. No es una cadena, no hay obligaciones ni promesas. Simplemente envíala a quien creas que le gustará.
Buen viaje, ¡¡¡Nuestra Señora!!!
Los recuerdos que quedan de la infancia suelen ser resistentes al paso del tiempo, por alguna que otra razón.Tengo la suerte de que el paso de la ciudad al pueblo,y las vivencias que ello conlleva, durante "las largas vacaciones de mi padre profesor", se hayan quedado en mi memoria.
En lo religioso, eso también se produce y esta anécdota es una de las más curiosas.
Mis tíos, por parte de padre y madre, tenían varios días esa "cajita", en casa unos, en la sastrería otros.
Para mi, un crio, era alucinante, escuchar por la radio el Ángelus y participar de esta devoción que dejaba su perfume a flores recién cortadas por todas las casas de mi pueblo.
Hoy tengo que agradecer a mi compañera, CHARO, que, con su correo, haya abierto esta ventana hacía los recuerdos de mi infancia.
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