Se nos ha quedado el día festivo sin fiesta, por arte de la crisis económica, pero yo no quiero que pase en blanco, pues es el Patrón de mi colegio (SAN JOSÉ, MADRID) y tengo la necesidad de rogarle por nuestro "Nuevo Nazaret". Antes de que los tiempos me propongan un CARBONERITO virtual, quiero hacer presente esta pareja de madera, que todos los días me da la bienvenida al centro.
Matilde aprende bien el oficio de José y cincela almas para el Señor de entre los más necesitados.Hace suya LA OBEDIENCIA, LA HUMILDAD, LA SENCILLEZ Y LA ENTREGA de José, para dar forma, primero al Instituto de Hijas de María Madre de la Iglesia y , por medio de sus obras y misiones, después, a la Familia Tellista.
Por eso traigo aquí el comienzo y el final de nuestra EUCARISTÍA, para recordar/reafirmar esos VALORES, que gracias a DIOS podemos enseñar un año más.
¡FELICIDADES A TODOS!
"Bienvenidos a la celebración de la Eucaristía.
Celebramos, hoy, la fiesta de San José, patrón de
nuestro colegio, esposo de María.
José, hombre anónimo y justo, recibió la misión de
custodiar a María y a su hijo Jesús y cumplió esta tarea con amor y fidelidad. Él
habló más con gestos que con palabras. Habló con obediencia, con su trabajo y
esfuerzo, con humildad, rehuyendo de protagonismos.
En José honramos a todos los padres anónimos de
nuestras familias que custodian y educan con dedicación y paciencia a sus
hijos. Ojala esta tarea incluya también la transmisión de la herencia
espiritual, la fe.
Al comenzar esta Eucaristía pedimos a nuestro Padre
Dios que nos enseñe a vivir con la humildad de San José, pasando por el mundo
como nos enseñó Madre Matilde: “De puntillas , sin ruido ni ilusión de fama”.
Amaya Aranda (Monición de entrada. Eucaristía dela fiesta de San José.)
"Dinos lo que sientes, dinos tú José,
dinos tú que piensas en ese taller.
Ya no cantan ángeles como allá en Belén,
solo tu martillo canta en Nazaret.
Dios es solo un niño que quiere aprender,
que juega a tu lado y tú juegas con Él.
Dios ha hecho un cielo de tu taller
Y te llama "Padre", ¡Padre José!
Canta mi martillo en una oración,
rezo con mis manos, con mi corazón.
¡Fíjate en María, la madre de Dios,
siempre sonriendo, es una canción!
Junto a mi los sertes que más quiere Dios,
solo para amarles se que vivo yo.
Yo le doy mi vida, mi protección.
¡En un carpintero Dios confió!
En tus manos, Padre, Dios quiso poner
los seres queridos que has de proteger.
Fuertes son tus brazos, grande es tu fe.
Si Dios te ha elegido, que bueno has de ser.
Hoy tus hijos, Padre quieren aprender,
la lección sublime del pobre taller.
¡SOMOS TU FAMILIA, TU NAZARET.
CUIDA DE TUS HIJOS, PADRE JOSÉ!
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