domingo, 31 de marzo de 2013

¡ALELUYA, ALELUYA, EL SEÑOR RESUCITÓ!

¡FELIZ PASCUA DE RESURRECCIÓN!

Te animo a que también tú, con la fuerza del Resucitado, intentes seguir construyendo la Pascua, allí donde estés.
                                              
                                                        ¡AMÉN! 



viernes, 29 de marzo de 2013

VIERNES SANTO: ¡AMOR, AMOR, AMOR!

La morriña, esa sensación que se instala en los que están lejos de su tierra, "aún cuando ella va en nuestro corazón", me tiene acelerado (¡es un poco locura pues, aún nacido en Madrid, nunca digo que soy madrileño!). Por eso voy a hacer un recorrido virtual por la Semana Santa, de Briviesca. (Las fotografías estan hechas por briviescanos que sienten este fuerte amor a la tierra.)
Hace cuatro años que mi hábito verde lo tiene que llevar otra persona,(¡Mil gracias hermano cofrade!), que no rezo las estaciones, que no participo en los oficios,etc.
Cierto es que he conocido, en este tiempo, la Semana Santa en Salamanca, Madrid y Segovia, pero con los ojos del mero espectador y con el recuerdo peremne en la memoria de lo vivido en la capital de la Bureba.
Los lazos familiares y de amistad que me unen a sus gentes no se pueden explicar con palabras, porque suenan engolados, excesivos. Los sentimientos a veces no se expresan bien con palabras. Los gestos son más elocuentes.
El amor a las tradiciones, a la fe y a la historia de un pueblo, nos hace reconocernos en los otros.
Hoy, VIERNES SANTO, mi oración es LA PALABRA.
El relato del amor más puro. Aquel que te lleva a dar la vida por los demás.¡AMÉN!

                                              

Pasión de nuestro Señor Jesucristo según san Juan (18,1–19,42):


C. En aquel tiempo, salió Jesús con sus discípulos al otro lado del torrente Cedrón, donde había un huerto, y entraron allí él y sus discípulos. Judas, el traidor, conocía también el sitio, porque Jesús se reunía a menudo allí con sus discípulos. Judas entonces, tomando la patrulla y unos guardias de los sumos sacerdotes y de los fariseos, entró allá con faroles, antorchas y armas. Jesús, sabiendo todo lo que venía sobre él, se adelantó y les dijo:
+ «¿A quién buscáis?»
C. Le contestaron:
S. «A Jesús, el Nazareno.»
C. Les dijo Jesús:
+ «Yo soy.»
C. Estaba también con ellos Judas, el traidor. Al decirles: «Yo soy», retrocedieron y cayeron a tierra. Les preguntó otra vez:
+ «¿A quién buscáis?»
C. Ellos dijeron:
S. «A Jesús, el Nazareno.»
C. Jesús contestó:
+ «Os he dicho que soy yo. Si me buscáis a mí, dejad marchar a éstos»
C. Y así se cumplió lo que había dicho: «No he perdido a ninguno de los que me diste.» Entonces Simón Pedro, que llevaba una espada, la sacó e hirió al criado del sumo sacerdote, cortándole la oreja derecha. Este criado se llamaba Malco. Dijo entonces Jesús a Pedro:
+ «Mete la espada en la vaina. El cáliz que me ha dado mi Padre, ¿no lo voy a beber?»
C. La patrulla, el tribuno y los guardias de los judíos prendieron a Jesús, lo ataron y lo llevaron primero a Anás, porque era suegro de Caifás, sumo sacerdote aquel año; era Caifás el que había dado a los judíos este consejo: «Conviene que muera un solo hombre por el pueblo.» Simón Pedro y otro discípulo seguían a Jesús. Este discípulo era conocido del sumo sacerdote y entró con Jesús en el palacio del sumo sacerdote, mientras Pedro se quedó fuera a la puerta. Salió el otro discípulo, el conocido del sumo sacerdote, habló a la portera e hizo entrar a Pedro. La criada que hacía de portera dijo entonces a Pedro:
S. «¿No eres tú también de los discípulos de ese hombre?»
C. Él dijo:
S. «No lo soy.»
C. Los criados y los guardias habían encendido un brasero, porque hacía frío, y se calentaban. También Pedro estaba con ellos de pie, calentándose. El sumo sacerdote interrogó a Jesús acerca de sus discípulos y de la doctrina. Jesús le contestó:
+ «Yo he hablado abiertamente al mundo; yo he enseñado continuamente en la sinagoga y en el templo, donde se reúnen todos los judíos, y no he dicho nada a escondidas. ¿Por qué me interrogas a mí? Interroga a los que me han oído, de qué les he hablado. Ellos saben lo que he dicho yo.»
C. Apenas dijo esto, uno de los guardias que estaban allí le dio una bofetada a Jesús, diciendo:
S. «¿Así contestas al sumo sacerdote?»
C. Jesús respondió:
+ «Si he faltado al hablar, muestra en qué he faltado; pero si he hablado como se debe, ¿por qué me pegas?»
C. Entonces Anás lo envió atado a Caifás, sumo sacerdote. Simón Pedro estaba en pie, calentándose, y le dijeron:
S. «¿No eres tú también de sus discípulos?»
C. Él lo negó, diciendo:
S. «No lo soy.»
C. Uno de los criados del sumo sacerdote, pariente de aquel a quien Pedro le cortó la oreja, le dijo:
S. «¿No te he visto yo con él en el huerto?»
C. Pedro volvió a negar, y enseguida cantó un gallo. Llevaron a Jesús de casa de Caifás al pretorio. Era el amanecer, y ellos no entraron en el pretorio para no incurrir en impureza y poder así comer la Pascua. Salió Pilato afuera, adonde estaban ellos, y dijo:
S. «¿Qué acusación presentáis contra este hombre?»
C. Le contestaron:
S. «Si éste no fuera un malhechor, no te lo entregaríamos.»
C. Pilato les dijo:
S. «Lleváoslo vosotros y juzgadlo según vuestra ley.»
C. Los judíos le dijeron:
S. «No estamos autorizados para dar muerte a nadie.»
C. Y así se cumplió lo que había dicho Jesús, indicando de qué muerte iba a morir. Entró otra vez Pilato en el pretorio, llamó a Jesús y le dijo:
S. «¿Eres tú el rey de los judíos?»
C. Jesús le contestó:
+ «¿Dices eso por tu cuenta o te lo han dicho otros de mí?»
C. Pilato replicó:
S. «¿Acaso soy yo judío? Tu gente y los sumos sacerdotes te han entregado a mí; ¿qué has hecho?»
C. Jesús le contestó:
+ «Mi reino no es de este mundo. Si mi reino fuera de este mundo, mi guardia habría luchado para que no cayera en manos de los judíos. Pero mi reino no es de aquí.»
C. Pilato le dijo:
S. «Conque, ¿tú eres rey?»
C. Jesús le contestó:
+ «Tú lo dices: soy rey. Yo para esto he nacido y para esto he venido al mundo: para ser testigo de la verdad. Todo el que es de la verdad escucha mi voz.»
C. Pilato le dijo:
S. «Y, ¿qué es la verdad?»
C. Dicho esto, salió otra vez adonde estaban los judíos y les dijo:
S. «Yo no encuentro en él ninguna culpa. Es costumbre entre vosotros que por Pascua ponga a uno en libertad. ¿Queréis que os suelte al rey de los judíos?»
C. Volvieron a gritar:
S. «A ése no, a Barrabás.»
C. El tal Barrabás era un bandido. Entonces Pilato tomó a Jesús y lo mandó azotar. Y los soldados trenzaron una corona de espinas, se la pusieron en la cabeza y le echaron por encima un manto color púrpura; y, acercándose a él, le decían:
S. «¡Salve, rey de los judíos!»
C. Y le daban bofetadas. Pilato salió otra vez afuera y les dijo:
S. «Mirad, os lo saco afuera, para que sepáis que no encuentro en él ninguna culpa.»
C. Y salió Jesús afuera, llevando la corona de espinas y el manto color purpúra. Pilato les dijo:
S. «Aquí lo tenéis.»

C. Cuando lo vieron los sumos sacerdotes y los guardias, gritaron:
S. «¡Crucifícalo, crucíficalo!»
C. Pilato les dijo:
S «Lleváoslo vosotros y crucificadlo, porque yo no encuentro culpa en él.»
C. Los judíos le contestaron:
S «Nosotros tenemos una ley, y según esa ley tiene que morir, porque se ha declarado Hijo de Dios.»
C. Cuando Pilato oyó estas palabras, se asustó aún más y, entrando otra vez en el pretorio, dijo a Jesús:
S. «¿De dónde eres tú?»
C. Pero Jesús no le dio respuesta. Y Pilato le dijo:
S. «¿A mí no me hablas? ¿No sabes que tengo autoridad para soltarte y autoridad para crucificarte?»
C. Jesús le contestó:
+ «No tendrías ninguna autoridad sobre mí, si no te la hubieran dado de lo alto. Por eso el que me ha entregado a ti tiene un pecado mayor.»
C. Desde este momento Pilato trataba de soltarlo, pero los judíos gritaban:
S. «Si sueltas a ése, no eres amigo del César. Todo el que se declara rey está contra el César.»
C. Pilato entonces, al oír estas palabras, sacó afuera a Jesús y lo sentó en el tribunal, en el sitio que llaman "el Enlosado" (en hebreo Gábbata). Era el día de la Preparación de la Pascua, hacia el mediodía. Y dijo Pilato a los judíos:
S. «Aquí tenéis a vuestro rey.»
C. Ellos gritaron:
S. «¡Fuera, fuera; crucifícalo!»
C. Pilato les dijo:
S. «¿A vuestro rey voy a crucificar?»
C. Contestaron los sumos sacerdotes:
S. «No tenemos más rey que al César.»

C. Entonces se lo entregó para que lo crucificaran. Tomaron a Jesús, y él, cargando con la cruz, salió al sitio llamado «de la Calavera» (que en hebreo se dice Gólgota), donde lo crucificaron; y con él a otros dos, uno a cada lado, y en medio, Jesús. Y Pilato escribió un letrero y lo puso encima de la cruz; en él estaba escrito: «Jesús, el Nazareno, el rey de los judíos.» Leyeron el letrero muchos judíos, porque estaba cerca el lugar donde crucificaron a Jesús, y estaba escrito en hebreo, latín y griego. Entonces los sumos sacerdotes de los judíos dijeron a Pilato:
S. «No, escribas: "El rey de los judíos", sino: "Éste ha dicho: Soy el rey de los judíos."»
C. Pilato les contestó:
S. «Lo escrito, escrito está.»

C. Los soldados, cuando crucificaron a Jesús, cogieron su ropa, haciendo cuatro partes, una para cada soldado, y apartaron la túnica. Era una túnica sin costura, tejida toda de una pieza de arriba abajo. Y se dijeron:
S. «No la rasguemos, sino echemos a suerte, a ver a quién le toca.»
C. Así se cumplió la Escritura: «Se repartieron mis ropas y echaron a suerte mi túnica». Esto hicieron los soldados. Junto a la cruz de Jesús estaban su madre, la hermana de María, la Magdalena. Jesús, al ver a su madre y cerca al discípulo que tanto quería, dijo a su madre:

+ «Mujer, ahí tienes a tu hijo.»
C. Luego, dijo al discípulo:
+ «Ahí tienes a tu madre.»

C. Y desde aquella hora, el discípulo la recibió en su casa. Después de esto, sabiendo Jesús que todo había llegado a su término, para que se cumpliera la Escritura dijo:
+ «Tengo sed.»
C. Había allí un jarro lleno de vinagre. Y, sujetando una esponja empapada en vinagre a una caña de hisopo, se la acercaron a la boca. Jesús, cuando tomó el vinagre, dijo:
+ «Está cumplido.»
C. E, inclinando la cabeza, entregó el espíritu. Los judíos entonces, como era el día de la Preparación, para que no se quedaran los cuerpos en la cruz el sábado, porque aquel sábado era un día solemne, pidieron a Pilato que les quebraran las piernas y que los quitaran. Fueron los soldados, le quebraron las piernas al primero y luego al otro que habían crucificado con él; pero al llegar a Jesús, viendo que ya había muerto, no le quebraron las piernas, sino que uno de los soldados, con la lanza, le traspasó el costado, y al punto salió sangre y agua. El que lo vio da testimonio, y su testimonio es verdadero, y él sabe que dice verdad, para que también vosotros creáis. Esto ocurrió para que se cumpliera la Escritura: «No le quebrarán un hueso»; y en otro lugar la Escritura dice: «Mirarán al que atravesaron.»

Después de esto, José de Arimatea, que era discípulo clandestino de Jesús por miedo a los judíos, pidió a Pilato que le dejara llevarse el cuerpo de Jesús. Y Pilato lo autorizó. Él fue entonces y se llevó el cuerpo. Llegó también Nicodemo, el que había ido a verlo de noche, y trajo unas cien libras de una mixtura de mirra y áloe. Tomaron el cuerpo de Jesús y lo vendaron todo, con los aromas, según se acostumbra a enterrar entre los judíos. Había un huerto en el sitio donde lo crucificaron, y en el huerto un sepulcro nuevo donde nadie había sido enterrado todavía. Y como para los judíos era el día de la Preparación, y el sepulcro estaba cerca, pusieron allí a Jesús.

Palabra del Señor

UNA CARICIA DE JESÚS: LAVATORIO DE PIES... ¡HUMILDAD Y SERVICIO!

Esta Semana Santa, pasada por agua,  nos provoca una angustia de cofrade,
¡todo el día mirando al cielo!
Los llantos de los nazarenos que no pueden sacar los tronos/pasos han de entenderse desde la fe popular. El trabajo en la HERMANDAD, en la COFRADÍA, es una labor que va mucho más allá de procesionar, o no, un Cristo o una Virgen.
El hermano cofrade, el penitente, es una representación del Pueblo de Dios.
Es una oración, de todos y para todos, hecha capuchón.
Es humildad y servicio.


Por eso traigo, otra agua, que limpia, que purifica, tanto al que la da como al que la recibe.
Es el agua viva.


Jn 13,1-15
1 Antes de la fiesta de la pascua, sabiendo que le había llegado la hora de pasar de este mundo al Padre, Jesús, que había amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el fin. 2 Se pusieron a cenar. El diablo había metido en la cabeza a Judas Iscariote, hijo de Simón, la idea de traicionar a Jesús. 3 Jesús, sabiendo que el Padre había puesto en sus manos todas las cosas, que había salido de Dios y que a Dios volvía, 4 se levantó de la mesa, se quitó el manto, tomó una toalla y se la ciñó. 5 Luego echó agua en un barreño y comenzó a lavar los pies de sus discípulos y a enjugárselos con la toalla que se había ceñido. 6 Al llegar a Simón Pedro, éste le dijo: «Señor, ¿tú lavarme a mí los pies?». 7 Jesús le respondió: «Lo que yo hago ahora tú no lo entiendes; lo entenderás más tarde». 8 Pedro dijo: «Jamás me lavarás los pies». Jesús le replicó: «Si no te lavo, no tendrás parte conmigo». 9 Simón Pedro dijo: «Señor, no sólo los pies, sino también las manos y la cabeza». 10 Jesús le dijo: «El que se ha bañado no necesita lavarse más que los pies, pues está completamente limpio; y vosotros estáis limpios, aunque no todos». 11 Jesús sabía muy bien quién iba a traicionarlo; por eso dijo: «No todos estáis limpios». 12 Después de lavarles los pies, se puso el manto, se sentó de nuevo a la mesa y les dijo: «¿Entendéis lo que os he hecho? 13 Vosotros me llamáis el maestro y el señor; y decís bien, porque lo soy. 14 Pues si yo, el señor y el maestro, os he lavado los pies, también vosotros os los debéis lavar unos a otros. 15 Yo os he dado ejemplo, para que hagáis vosotros lo mismo que he hecho yo.

El Papa lava los pies a un grupo de detenidos en la cárcel romana, en un inédito rito de Jueves Santo


"Quien está en lo más alto debe servir a los otros.

  Esto es un símbolo y un gesto: lavar los pies quiere decir que estoy a tu  
  servicio", explicó el nuevo Papa a un grupo de unos 50 detenidos de varias nacionalidades que participaron en la misa.

"Piensen que con esta ceremonia de lavarse los pies se demuestra que se está
  dispuesto a ayudar a los demás. Piensen que es como una caricia de Jesús, 
  porque vino para eso, para ayudarnos".
El pontífice,  lavó a 12 jóvenes los pies, entre ellos dos chicas, una católica y una musulmana.


         

LAS REDES SOCIALES AL SERVICIO DE LA IGLESIA








 TWITTER @PONTIFEX_ES

Vivir la Semana Santa es entrar cada vez más en la lógica de Dios, la lógica del amor y del don de sí.

Estar con Jesús exige salir de nosotros mismos, de un modo de vivir cansino y rutinario.

No debemos temer al Maligno cuando nos dice que nada podemos hacer contra la violencia, la injusticia y el pecado.


Aguardo con alegría el próximo mes de julio, en Río de Janeiro. Os doy cita en aquella gran ciudad de Brasil.

El verdadero poder es el servicio. El Papa ha de servir a todos, especialmente a los más pobres, los más débiles, los más pequeños.




Ángelus: el Papa desea a los jóvenes buen camino a la JMJ


Ciudad del Vaticano, 24 marzo 2013(VIS).- Finalizada la Misa del domingo de Ramos, el Santo Padre rezó el ángelus con los más 250.000 fieles que asistían a la celebración.
"Queridos hermanos y hermanas. Al terminar esta celebración, invoquemos la intercesión de la Virgen María para que nos acompañe durante la Semana Santa. Que ella, que siguió con fe a su Hijo hasta el Calvario, nos ayude a caminar tras él, llevando con serenidad y amor su cruz, para llegar a la alegría de la Pascua. Que la Virgen Dolorosa ampare especialmente a quien está viviendo situaciones particularmente difíciles, recordando en especial a los afectados por la tuberculosis, pues hoy se celebra el Día mundial contra esta enfermedad. Os encomiendo a María, ante todo a vosotros, queridos jóvenes, y vuestro itinerario hacia Río de Janeiro."
"En julio, ¡a Río! ¡Preparad espiritualmente el corazón!"
Al final, el Papa deseó a todos los jóvenes en diversas lenguas un buen camino hacia Río.


Traigo aquí dos claros ejemplos de la comunión entre Iglesia y Juventud, cimentada en las redes sociales.
La cuenta de TWTTER del Papa Francisco y la JMJ que se celebra el Domingo de Ramos y que ha servido de 
llamada para la que se celebrará, en julio, en Río de Janeiro.
El entusiasmo de un "joven Papa" de 76 años...


lunes, 25 de marzo de 2013

EL AMOR FRATERNO DE LOS QUE GUÍAN LA BARCA DE LA IGLESIA.

En nuestra sociedad enferma y de consumo  el Papa Benedicto XVI y el Papa Francisco, serían algo así como un 2x1.
Pero para nosotros, los cristianos, son mucho más. Son 2 en 1. La continuidad de la Iglesia y del Concilio Vaticano II. La unidad en el AMOR A DIOS Y AL PRÓJIMO. 
Son una expresión más de la DIVINA PROVIDENCIA.

¡BENDITO EL QUE VIENE EN EL NOMBRE DEL SEÑOR!

¡AMÉN!







domingo, 24 de marzo de 2013

DOMINGO DE RAMOS... ¡BENDITO EL QUE VIENE EN NOMBRE DEL SEÑOR!


Lucas 19, 28-40
28 Y dicho esto, continuó adelante camino de Jerusalén.
29 Al llegar cerca de Betfagé y de Betania, junto al monte de los Olivos, envió a dos discípulos diciéndoles: 30 «Id a la aldea de enfrente y, a la entrada, encontraréis un pollino atado sobre el que nadie ha montado aún; desatadlo y traedlo. 31 Si alguien os pregunta: ¿Por qué lo desatáis?, decidle: El Señor lo necesita». 32 Los enviados fueron y lo encontraron como les había dicho. 33 Mientras ellos desataban el pollino, sus dueños les dijeron: «¿Por qué desatáis el pollino?». 34 Ellos replicaron: «El Señor lo necesita». 35 Y se lo llevaron a Jesús. Echaron sus mantos sobre el pollino y montaron a Jesús.
36 A medida que avanzaba, ellos extendían sus mantos en el camino a modo de alfombra.
37 Al acercarse a la bajada del monte de los Olivos, todos los que iban con él, llenos de alegría, comenzaron a alabar a Dios a grandes voces por todos los milagros que habían visto, 38 diciendo: ¡Bendito el que viene, el rey, en nombre del Señor! ¡Paz en el cielo! ¡Viva Dios altísimo!.
39 Algunos fariseos de entre la gente le dijeron: «Maestro, reprende a tus discípulos». 40 Él les dijo: «Os digo que si éstos se callaran gritarían las piedras».


Notas sobre el texto, con-texto y pretexto, para Situándonos en el día 1º de Semana Santa:
Este domingo sintetiza la Semana Santa: Eucaristía, pasión y resurrección de Jesús. El recibimiento alegre a Jesús es no sólo por entrar en Jerusalén a dar la vida, sino un anticipo de su resurrección. La vida como creyente participa de este mismo claro oscuro: la fidelidad al Padre nos llevará a situaciones de sufrimiento; pasaremos por al muerte. Pero nos espera la vida sin límites en compañía del Resucitado.
● El Evangelio que encontramos en esta ficha no es el de la mi-sa sino el que se lee antes, en la conmemoración de la entrada de Jesús en Jerusalén.
● Es un texto que asociamos al acto popular de la bendición de Ramos, aparentemente sólo cargado de tradición y vacío de contenido para mucha genteque asiste. Y nos puede parecer que es un texto sin ningún contenido especial, que se lee para dar sentido a la tradición de bendecir los ramos. Nos equivocaríamos: es una página del Evangelio de las cargadas de simbolismo. Y podemos encontrar resumidos muchas cosas de la misión de Jesús. Y condensados muchos episodios de su recorrido desde Galilea a Jerusalén.


Texto: Lc 19,28-40 (Jesús iba hacia Jerusalén, marchando a la cabeza”)
 En este pasaje aparece Jesús como Mesías pacífico y humilde (Zac 9,9-10: entra sobre un borriquillo)), frente al triunfante esperdo (Lc 19,11). No entra como un guerrero conquistador sino como un rey de paz. Aunque algunos rasgos: la alegría o extender el manto al paso de Jesús, revelan su realeza (1Reyes 1,38-40; 2Re 9,13). Es un anuncio simbólico de lo que ocurrirá en su resurrección, en la que Dios le hará Señor y Mesías (Hechos 2,36).
 Los discípulos entonan (19,38a) un cántico inspirado en el Salmo 118,26 utilizado en las fiestas judías. Lucas introduce cambios (sustituir reino por el rey) que hace mas clarala alusión a Jesús. Además, Lucas introduce una segunda parte (19,38b) que se parece a un cántico de los ángeles de la infancia de Jesús (Lc2,14). Ahora son los discípulos los que cantan la manifestación de su gloria (el enviado por Dios que aporta paz).
 La reacción negativa de algunos fariseos (19,39-40) expresa el rechazo de los judíos al reconocimiento del mesianismo de Jesús. La contestación de Jesús puede significar (Habacuc 2,11)que nadie puede impedir que Jerusalén aclame a Jesús.
 En los versículos que siguen (19,41-46) , surgen también palabras de juicio sobre Jerusalén, que no ha sabido reconocer la salvación de Dios que llegaba con Jesús (//visita de Dios a Jerusalén v.44). La lamenta-ción y la destrucción sobre Jerusalén nos puede indicar la fragilidad de este momento de gloria.

 Jesús realiza el plan de Dios aceptado libremente y obedientemente (22,15). En Getsemaní aparece la humanidad de Jesús con gran realismo; suda sangre en su combate interior y de oración intensa (22,39-46). Aparece claro el interés por exculpar a Pilato presionado por los judíos (23,4-7). Jesús no es un revoltoso contra Roma, sino el profeta que sufre por su pasión; su reino no es político (23, 13-18).
 La atención de Jesús a las personas concretas, propio de Lucas, destacada en la mirada a Pedro (22,61), en la atención a las mujeres (23,28), en el perdón a los verdugos (23,34), en el consuelo al ladrón (23,42). El salmo 31,6 ofrece las últimas palabras de confianza sin límites en el Padre. Los suyos le siguen de lejos hasta la cruz y la muerte (23,49); así podrán ser testigos.

“El Evangelio en medio de la vida”
(Domingos y fiestas del ciclo-C)
José María Romaguera
Colección Emaús
Centro de Pastoral Litúgica



FINALIZAMOS LA CUARESMA... ¡CAMINO DE LA CRUZ!

Los  TELLISTAS nos disponemos a seguir el camino de la CRUZ.
 Vamos a acompañar al Señor, para intentar encontrar la razón de NUESTRA FE, sabiendo que el punto de partida es ya un imposible.
Por eso como cristianos, hemos de comprender que si el fin es la meta, la RESURRECCIÓN, tan importante como llegar es hacer bien el camino. Pues no es posible lo uno sin lo otro.
Así que dispongámonos acompañar a Jesús, cargando con nuestra cruz y pidiendo perdón por nuestras muchas faltas, confiados en la MISERICORDIA DE DIOS.
¡AMÉN!


Dejo aquí el testimonio del Papa Francisco sobre LA MISERICORDIA, para que reflexionemos y oremos juntos, por toda la FAMILIA TELLISTA durante estas vacaciones de Semana Santa. 

El primer ángelus del Papa Francisco. «El Señor nunca se cansa de perdonar»
 Hermanos y hermanas: ¡Buenos días! ¡Tras el primer encuentro del miércoles pasado, hoy puedo dirigir nuevamente mi saludo a todos! ¡Y me llena de felicidad hacerlo en domingo, en el día del Señor! Esto es bonito e importante para nosotros, los cristianos: reunirnos los domingos, saludarnos, hablarnos como ahora aquí, en esta plaza. Una plaza que, gracias a los medios, tiene las dimensiones del mundo.
En este V Domingo de Cuaresma, el Evangelio nos presenta el episodio de la mujer adúltera (cf. Jn 8, 1-11), a quien Jesús salva de su condena a muerte. Impresiona la actitud de Jesús: no oímos palabras de desprecio, no oímos palabras de condena, sino solo palabras de amor, de misericordia, que invitan a la conversión. «Tampoco yo te condeno. Vete, y en adelante no peques más» (v. 11). ¡Eh, hermanos y hermanas! El rostro de Dios es el de un padre misericordioso, que siempre tiene paciencia. ¿Habéis pensado en la paciencia de Dios, en la paciencia que él tiene con cada uno de nosotros? Esa es su misericordia. Siempre tiene paciencia, paciencia con nosotros; nos comprende, nos aguarda, no se cansa de perdonarnos si sabemos volver a él con el corazón contrito. «Grande es la misericordia del Señor», dice el Salmo.
Durante estos días, he tenido ocasión de leer un libro de un cardenal —el cardenal Kasper, un teólogo de calidad, un buen teólogo— sobre la misericordia. Y me ha hecho mucho bien ese libro, ¡aunque no quiero que creáis que hago propaganda de los libros de mis cardenales! ¡No es así! Pero me ha hecho mucho bien, mucho bien… El cardenal Kasper dice que oír misericordia, esta palabra, lo cambia todo. Es lo mejor que podemos oír: cambia el mundo. Un poco de misericordia hace al mundo menos frío y más justo. Necesitamos comprender bien esta misericordia de Dios, a este Padre misericordioso que tiene tanta paciencia… Recordemos al profeta Isaías, que afirma que incluso si nuestros pecados fueran de un rojo escarlata, el amor de Dios los volverá blancos como la nieve. ¡Es bonito, esto de la misericordia! Recuerdo que, recién ordenado obispo, en 1992, llegó a Buenos Aires la Virgen de Fátima, y se celebró una gran misa para los enfermos. En aquella misa yo fui a confesar. Y casi al final de la misa me levanté, porque tenía que administrar una confirmación. Vino a mí una mujer anciana, humilde, muy humilde, de más de ochenta años. Yo la miré y le dije: «Abuela —porque en mi tierra llamamos así a los ancianos: abuela—, ¿usted quiere confesarse? —Sí —me dijo—. —Pero si usted no tiene pecado…». Y ella me contestó: «Todos tenemos pecados… —¿Pero acaso el Señor no los perdona…? —El Señor lo perdona todo —me dijo, segura—. —¿Pero usted, señora, cómo lo sabe? —Si el Señor no lo perdonara todo, el mundo no existiría». Me dieron ganas de preguntarle: «Dígame, señora, ¿usted ha estudiado en la Gregoriana?», porque esa es la sabiduría que da el Espíritu Santo, la sabiduría interior para con la misericordia de Dios. No olvidemos esta palabra: ¡Dios nunca se cansa de perdonarnos, nunca! «Entonces, padre, ¿cuál es el problema?». Bueno, el problema es que nosotros nos cansamos, no queremos, nos cansamos de pedir perdón. Él nunca se cansa de perdonar, pero nosotros, a veces, nos cansamos de pedir perdón. ¡No nos cansemos nunca, no nos cansemos nunca! Él es el Padre amoroso que siempre perdona, que tiene ese corazón de misericordia para todos nosotros. Y también nosotros aprendamos a ser misericordiosos con todos. Invoquemos la intercesión de la Virgen, que tuvo entre sus brazos a la Misericordia de Dios hecha hombre.

Ahora todos juntos recemos el «Ángelus»:

Después del rezo, añadió el Santo Padre:
Dirijo un saludo cordial a todos los peregrinos. Gracias por vuestra acogida y por vuestras oraciones. Rezad por mí, os lo ruego. Reitero mi abrazo a los fieles de Roma y lo hago extensivo a todos vosotros, y lo hago extensivo a todos los que venís de varias partes de Italia y del mundo, así como a cuantos están unidos a nosotros a través de los medios de comunicación. He escogido el nombre del patrono de Italia, San Francisco de Asís, y ello refuerza mi vínculo espiritual con esta tierra, donde —como sabéis— están los orígenes de mi familia. Pero Jesús nos ha llamado a formar parte de una nueva familia: de su Iglesia, de esta familia de Dios, caminando juntos por la senda del Evangelio. Que el Señor os bendiga, que la Virgen os guarde. No olvidéis esto: ¡el Señor nunca se cansa de perdonar! Somos nosotros los que nos cansamos de pedir perdón.
¡Feliz domingo y feliz comida!

jueves, 21 de marzo de 2013

ANIVERSARIO DE LA BEATIFICACON Y PROYECTOS SOLIDARIOS


            Cuando he entrado a la capilla después de procesionar el crucifijo de mi clase por todo el patio (He decidido, por morriña cofrade, enseñar el vocabulario y los símbolos procesionales de forma muy básica a mis alumnos. Se nos ha unido toda la primaria y ha resultado curiosa la mezcla de cursos en una actividad que tiene mucho de pastoral, pero que, por la ignorancia de las cosas que no se viven, parecía más de C.M. o Lengua y Música.)  me he encontrado, en el altar, una reliquia de Matilde.

            Me he acordado, entonces, de la alegría, la ilusión y la esperanza que trajo a nuestra comunidad educativa la beatificación de la Madre. Fue un llegar a una meta para, inmediatamente, dar un nuevo pistoletazo de salida. Buen ejemplo de esto que digo es este cartel que nos recuerda que en la fecha de hoy, a parte del aniversario de la beatificación, celebramos los PROYECTOS SOLIDARIOS TELLISTAS.

            Por eso, en este comienzo de las vacaciones de Semana Santa, mi ORACIÓN es para todos los que colaboran, de una u otra manera, en las misiones, hogares, hospitales y centros educativos  de las Hijas de María Madre de la Iglesia. Sin su esfuerzo, coraje y dedicación. Sin su alegría, ternura y cercanía nada de todo lo conseguido, hasta el día de hoy, sería posible.

                                                            ¡GRACIAS!

“Mi corazón sufre ante las necesidades de mis hermanos a quien deseo socorrer con mi humilde servicio”. Beata Matilde.
  
                                     ORACIÓN POR LOS PROYECTOS SOLIDARIOS


UNA ORACIÓN EN CADA DEDO

1. El pulgar es el más cercano a ti. AsÍ que empieza orando por quienes están más cerca de ti. Son las personas más fáciles de recordar , los que tienen menos que tú y que los estás viendo
2. El siguiente dedo es el índice. Ora por quienes enseñan, instruyen y sanan a los más desfavorecidos y que tengan los recursos necesarios para hacerlo con dignidad.
3. El siguiente dedo es el más alto. Nos recuerda a nuestros líderes. Ora por el presidente, los congresistas, los empresarios y los gerentes. Estas personas dirigen los destinos de los pueblos. Necesitan la guía de Dios para socorrer las necesidades de los más desfavorecidos.
4. El cuarto dedo es nuestro dedo anular. Aunque a muchos les sorprenda, es nuestro dedo más débil, como te lo puede decir cualquier profesor de piano. Debe recordarnos orar por los más débiles, con muchos problemas o postrados por las enfermedades. Necesitan tus oraciones de día y de noche. Nunca será demasiado lo que ores por ellos.
5. Y por último está nuestro dedo meñique, el más pequeño de todos los dedos, que es como debemos vernos ante Dios y los demás. Como dice la Biblia “los últimos serán los primeros”. Tu meñique debe recordarte orar por ti. Para que compartas lo tuyo con los que no lo tienen.

martes, 19 de marzo de 2013

SAN JOSÉ, MODELO DE OBEDIENCIA Y DE FE


Se nos ha quedado el día festivo sin fiesta, por arte de la crisis económica, pero yo no quiero que pase en blanco, pues es el Patrón de mi colegio (SAN JOSÉ, MADRID) y tengo la necesidad de rogarle por nuestro "Nuevo Nazaret". Antes de que los tiempos me propongan un CARBONERITO virtual, quiero hacer presente esta pareja de madera, que todos los días me da la bienvenida al centro.
Matilde aprende bien el oficio de José y cincela almas para el Señor de  entre los más necesitados.Hace suya LA OBEDIENCIA, LA HUMILDAD, LA SENCILLEZ Y LA ENTREGA de José, para dar forma, primero al Instituto de Hijas de María Madre de la Iglesia y , por medio de sus obras y misiones, después, a la Familia Tellista.

Por eso traigo aquí el comienzo y el final de nuestra EUCARISTÍA, para recordar/reafirmar esos VALORES, que gracias a DIOS podemos enseñar un año más.

¡FELICIDADES A TODOS!


"Bienvenidos a la celebración de la Eucaristía.
Celebramos, hoy, la fiesta de San José, patrón de nuestro colegio, esposo de María.

José, hombre anónimo y justo, recibió la misión de custodiar a María y a su hijo Jesús y cumplió esta tarea con amor y fidelidad. Él habló más con gestos que con palabras. Habló con obediencia, con su trabajo y esfuerzo, con humildad, rehuyendo de protagonismos.

En José honramos a todos los padres anónimos de nuestras familias que custodian y educan con dedicación y paciencia a sus hijos. Ojala esta tarea incluya también la transmisión de la herencia espiritual, la fe.

Al comenzar esta Eucaristía pedimos a nuestro Padre Dios que nos enseñe a vivir con la humildad de San José, pasando por el mundo como nos enseñó Madre Matilde: “De puntillas , sin ruido ni ilusión  de fama”.
Amaya Aranda (Monición de entrada. Eucaristía dela fiesta de San José.)




"Dinos lo que sientes, dinos tú José,
dinos tú que piensas en ese taller.
Ya no cantan ángeles como allá en Belén,
solo tu martillo canta en Nazaret.
Dios es solo un niño que quiere aprender,
 que juega a tu lado y tú juegas con Él.
Dios ha hecho un cielo de tu taller
Y te llama "Padre", ¡Padre José!

Canta mi martillo en una oración,
rezo con mis manos, con mi corazón.
¡Fíjate en María, la madre de Dios,
 siempre sonriendo, es una canción!
Junto a mi los sertes que más quiere Dios,
solo para amarles se que vivo yo.
Yo le doy mi vida, mi protección.
¡En un carpintero Dios confió!

En tus manos, Padre, Dios quiso poner
los seres queridos que has de proteger.
Fuertes son tus brazos, grande es tu fe.
Si Dios te ha elegido, que bueno has de ser.
Hoy tus hijos, Padre quieren aprender,
la lección sublime del pobre taller.
¡SOMOS TU FAMILIA, TU NAZARET.
                                               CUIDA DE TUS HIJOS, PADRE JOSÉ!

COMIENZA EL PONTIFICADO DEL PAPA FRANCISCO CON UNA EUCARISTÍA , EL DÍA DE SAN JOSÉ. ¡¡¡NO SE PUEDE EMPEZAR A CAMINAR MÁS EN CARISMA TELLISTA!



El Pueblo de Dios, la Iglesia, se expresa desde el silencio de la oración y desde la belleza de los símbolos. Por esta razón, en los pocos días que lleva desde su elección el Papa Francisco, se ha prodigado mucho en ambas cosas.
DESDE LA FE, LA HUMILDAD Y EL SERVICIO, son los valores eternos que nos enseña SAN JOSÉ  a todos los cristianos, como patrono de la Iglesia, y en especial a los tellistas, por mediación de Madre Matilde.
Que sepamos transmitir esos valores a las nuevas generaciones es nuestra misión como educadores/evangelizadores.
Por esa razón nos unimos al Santo Padre en sus oraciones y hacemos con él el camino.
¡Amén!



EL VATICANO.- El Anillo del Pescador y el escudo de armas elegido por el Papa Francisco no serán muy ornamentados, informó esta mañana el portavoz del Vaticano, Federico Lombardi.El anillo papal es de plata bañada en oro y originalmente fue ofrecido a Pablo VI en la década de 1960. Lleva la imagen de San Pedro con las llaves que diseñó Enrico Manfrini.Esta mañana, durante una conferencia de prensa con los periodistas, el padre Federico Lombardiexplicó que el modelo del anillo fue propuesto por Manfrini al Secretario de Pablo IV, mons. Macchi.En estos días se lo propuso al Papa el maestro de Celebraciones litúrgicas Pontificias, mons. Guido Marini, además de otros dos modelos.El Papa eligió el del artista que murió en 2004 (a la edad de 87 años) en Milán, conocido como “el escultor de los Papas”. En el anillo aparecen la imagen de San Pedro y las llaves."El modelo –concluyó Lombardi– fue presentado al Papa por el maestro de ceremonias y será entregado por el cardenal Decano, Angelo Sodano".Además, dijo Lombardi,"el Papa Francisco decidió mantener el stema y el lema de cuando era arzobispo de Buenos Aires"."El Santo Padre donará a la catedral de Buenos Aires el anillo que usaba hasta ahora como cardenal arzobispo. Lo entregará el obispo Eduardo Horacio García este fin de semana".Lo indicó “L’Osservatore Romano” citando lo que ha declarado el padre Alejandro Russo, rector de la Catedral metropolitana de Buenos Aires, que "ha tenido ocasión de hablar con el Papa Francisco y ha anunciado inmediatamente su gesto, que subraya el profundo vínculo que une al nuevo Pontífice con la diócesis de la que hasta hace pocos días era pastor".


Queridos hermanos y hermanas
Doy gracias al Señor por poder celebrar esta Santa Misa de comienzo del ministerio petrino en la solemnidad de san José, esposo de la Virgen María y patrono de la Iglesia universal: es una coincidencia muy rica de significado, y es también el onomástico de mi venerado Predecesor: le estamos cercanos con la oración, llena de afecto y gratitud.
Saludo con afecto a los hermanos Cardenales y Obispos, a los presbíteros, diáconos, religiosos y religiosas y a todos los fieles laicos. Agradezco por su presencia a los representantes de las otras Iglesias y Comunidades eclesiales, así como a los representantes de la comunidad judía y otras comunidades religiosas. Dirijo un cordial saludo a los Jefes de Estado y de Gobierno, a las delegaciones oficiales de tantos países del mundo y al Cuerpo Diplomático.
Hemos escuchado en el Evangelio que «José hizo lo que el ángel del Señor le había mandado, y recibió a su mujer» (Mt 1,24). En estas palabras se encierra ya la la misión que Dios confía a José, la de ser custos, custodio. Custodio ¿de quién? De María y Jesús; pero es una custodia que se alarga luego a la Iglesia, como ha señalado el beato Juan Pablo II: «Al igual que cuidó amorosamente a María y se dedicó con gozoso empeño a la educación de Jesucristo, también custodia y protege su cuerpo místico, la Iglesia, de la que la Virgen Santa es figura y modelo» (Exhort. ap. Redemptoris Custos, 1).
¿Cómo ejerce José esta custodia? Con discreción, con humildad, en silencio, pero con una presencia constante y una fidelidad y total, aun cuando no comprende. Desde su matrimonio con María hasta el episodio de Jesús en el Templo de Jerusalén a los doce años, acompaña en todo momento con esmero y amor. Está junto a María, su esposa, tanto en los momentos serenos de la vida como los difíciles, en el viaje a Belén para el censo y en las horas temblorosas y gozosas del parto; en el momento dramático de la huida a Egipto y en la afanosa búsqueda de su hijo en el Templo; y después en la vida cotidiana en la casa de Nazaret, en el taller donde enseñó el oficio a Jesús
¿Cómo vive José su vocación como custodio de María, de Jesús, de la Iglesia? Con la atención constante a Dios, abierto a sus signos, disponible a su proyecto, y no tanto al propio; y eso es lo que Dios le pidió a David, como hemos escuchado en la primera Lectura: Dios no quiere una casa construida por el hombre, sino la fidelidad a su palabra, a su designio; y es Dios mismo quien construye la casa, pero de piedras vivas marcadas por su Espíritu. Y José «custodio» porque sabe escuchar a Dios, se deja guiar por su voluntad, y precisamente por eso es más sensible aún a las personas que se le han confiado, sabe cómo leer con realismo los acontecimientos, está atento a lo que le rodea, y sabe tomar las decisiones más sensatas. En él, queridos amigos, vemos cómo se responde a la llamada de Dios, con disponibilidad, con prontitud; pero vemos también cuál es el centro de la vocación cristiana: Cristo. Guardemos a Cristo en nuestra vida, para guardar a los demás, salvaguardar la creación.
Pero la vocación de custodiar no sólo nos atañe a nosotros, los cristianos, sino que tiene una dimensión que antecede y que es simplemente humana, corresponde a todos. Es custodiar toda la creación, la belleza de la creación, como se nos dice en el libro del Génesis y como nos muestra san Francisco de Asís: es tener respeto por todas las criaturas de Dios y por el entorno en el que vivimos. Es custodiar a la gente, el preocuparse por todos, por cada uno, con amor, especialmente por los niños, los ancianos, quienes son más frágiles y que a menudo se quedan en la periferia de nuestro corazón. Es preocuparse uno del otro en la familia: los cónyuges se guardan recíprocamente y luego, como padres, cuidan de los hijos, y con el tiempo, también los hijos se convertirán en cuidadores de sus padres. Es vivir con sinceridad las amistades, que son un recíproco protegerse en la confianza, en el respeto y en el bien. En el fondo, todo está confiado a la custodia del hombre, y es una responsabilidad que nos afecta a todos. Sed custodios de los dones de Dios.
Y cuando el hombre falla en esta responsabilidad, cuando no nos preocupamos por la creación y por los hermanos, entonces gana terreno la destrucción y el corazón se queda árido.
Por desgracia, en todas las épocas de la historia existen «Herodes» que traman planes de muerte, destruyen y desfiguran el rostro del hombre y de la mujer. Quisiera pedir, por favor, a todos los que ocupan puestos de responsabilidad en el ámbito económico, político o social, a todos los hombres y mujeres de buena voluntad: seamos «custodios» de la creación, del designio de Dios inscrito en la naturaleza, guardianes del otro, del medio ambiente; no dejemos que los signos de destrucción y de muerte acompañen el camino de este mundo nuestro. Pero, para «custodiar», también tenemos que cuidar de nosotros mismos.
Recordemos que el odio, la envidia, la soberbia ensucian la vida. Custodiar quiere decir entonces vigilar sobre nuestros sentimientos, nuestro corazón, porque ahí es de donde salen las intenciones buenas y malas: las que construyen y las que destruyen. No debemos tener miedo de la bondad, más aún, ni siquiera de la ternura.
Y aquí añado entonces una ulterior anotación: el preocuparse, el custodiar, requiere bondad, pide ser vivido con ternura. En los Evangelios, san José aparece como un hombre fuerte y valiente, trabajador, pero en su alma se percibe una gran ternura, que no es la virtud de los débiles, sino más bien todo lo contrario: denota fortaleza de ánimo y capacidad de atención, de compasión, de verdadera apertura al otro, de amor. No debemos tener miedo de la bondad, de la ternura.
Hoy, junto a la fiesta de San José, celebramos el inicio del ministerio del nuevo Obispo de Roma, Sucesor de Pedro, que comporta también un poder. Ciertamente, Jesucristo ha dado un poder a Pedro, pero ¿de qué poder se trata? A las tres preguntas de Jesús a Pedro sobre el amor, sigue la triple invitación: Apacienta mis corderos, apacienta mis ovejas. Nunca olvidemos que el verdadero poder es el servicio, y que también el Papa, para ejercer el poder, debe entrar cada vez más en ese servicio que tiene su culmen luminoso en la cruz; debe poner sus ojos en el servicio humilde, concreto, rico de fe, de san José y, como él, abrir los brazos para custodiar a todo el Pueblo de Dios y acoger con afecto y ternura a toda la humanidad, especialmente los más pobres, los más débiles, los más pequeños; eso que Mateo describe en el juicio final sobre la caridad: al hambriento, al sediento, al forastero, al desnudo, al enfermo, al encarcelado (cf. Mt 25,31-46). Sólo el que sirve con amor sabe custodiar.
En la segunda Lectura, san Pablo habla de Abraham, que «apoyado en la esperanza, creyó, contra toda esperanza» (Rm 4,18). Apoyado en la esperanza, contra toda esperanza. También hoy, ante tantos cúmulos de cielo gris, hemos de ver la luz de la esperanza y dar nosotros mismos esperanza. Custodiar la creación, cada hombre y cada mujer, con una mirada de ternura y de amor; es abrir un resquicio de luz en medio de tantas nubes; es llevar el calor de la esperanza.
Y, para el creyente, para nosotros los cristianos, como Abraham, como san José, la esperanza que llevamos tiene el horizonte de Dios, que se nos ha abierto en Cristo, está fundada sobre la roca que es Dios.
Custodiar a Jesús con María, custodiar toda la creación, custodiar a todos, especialmente a los más pobres, custodiarnos a nosotros mismos; he aquí un servicio que el Obispo de Roma está llamado a desempeñar, pero al que todos estamos llamados, para hacer brillar la estrella de la esperanza: protejamos con amor lo que Dios nos ha dado.
Imploro la intercesión de la Virgen María, de san José, de los Apóstoles san Pedro y san Pablo, de san Francisco, para que el Espíritu Santo acompañe mi ministerio, y a todos vosotros os digo: Orad por mí. Amen.

(Homilía del Papa Francisco en la Misa de Inicio de su Pontificado.19/03/2013)