lunes, 20 de junio de 2011

LA PARÁBOLA DEL ACUEDUCTO.

No soy yo solo el que pasa el agua entre las dos orillas.
No soy yo solo el que sortea el desnivel.
No soy yo solo el que sabe lo importante que es para todos LA PALABRA, EL AGUA VIVA.
Muchas son las piedras, que apoyadas unas sobre otras, me conforman.
Gracias le doy al CREADOR porque ellas me hacen útil PARA LOS DEMÁS:
Gracias le doy al SEÑOR porque sin ellas no podría cumplir SU MISIÓN.
Gracias le doy a DIOS porque su amistad y su cariño me elevan, hacen  fuerte y alegran mi corazón.
Muchas son las piedras, que apoyadas unas en otras, me conforman. ¡¡¡AMÉN!!!

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