sábado, 16 de diciembre de 2023

GRUPO DE ORACIÓN "CON MATILDE A LA LUZ DEL SAGRARIO". (17DIC2023)

 LA PALABRA:

Lectura del santo evangelio según san Juan (1,6-8.19-28):

Surgió un hombre enviado por Dios, que se llamaba Juan: éste venía como testigo, para dar testimonio de la luz, para que por él todos vinieran a la fe. No era él la luz, sino testigo de la luz.
Y éste fue el testimonio de Juan, cuando los judíos enviaron desde Jerusalén sacerdotes y levitas a Juan, a que le preguntaran: «¿Tú quién eres?»
Él confesó sin reservas: «Yo no soy el Mesías.»
Le preguntaron: «¿Entonces, qué? ¿Eres tú Elías?»
El dijo: «No lo soy.»
«¿Eres tú el Profeta?»
Respondió: «No.»
Y le dijeron: «¿Quién eres? Para que podamos dar una respuesta a los que nos han enviado, ¿qué dices de ti mismo?»
Él contestó: «Yo soy la voz que grita en el desierto: "Allanad el camino del Señor", como dijo el profeta Isaías.»
Entre los enviados había fariseos y le preguntaron: «Entonces, ¿por qué bautizas, si tú no eres el Mesías, ni Elías, ni el Profeta?»
Juan les respondió: «Yo bautizo con agua; en medio de vosotros hay uno que no conocéis, el que viene detrás de mí, y al que no soy digno de desatar la correa de la sandalia.»
Esto pasaba en Betania, en la otra orilla del Jordán, donde estaba Juan bautizando.

Palabra del Señor


EN MEDIO DEL DESIERTO

Los grandes movimientos religiosos han nacido casi siempre en el desierto. Son los hombres y las mujeres del silencio y la soledad los que, al ver la luz, pueden convertirse en maestros y guías de la humanidad. En el desierto no es posible lo superfluo. En el silencio solo se escuchan las preguntas esenciales. En la soledad solo sobrevive quien se alimenta de lo interior.

En el cuarto evangelio, el Bautista queda reducido a lo esencial. No es el Mesías, ni Elías vuelto a la vida, ni el Profeta esperado. Es «la voz que grita en el desierto». No tiene poder político, no posee título religioso alguno. No habla desde el templo o la sinagoga. Su voz no nace de la estrategia política ni de los intereses religiosos. Viene de lo que escucha el ser humano cuando ahonda en lo esencial.

El presentimiento del Bautista se puede resumir así: «Hay algo más grande, más digno y esperanzador que lo que estamos viviendo. Nuestra vida ha de cambiar de raíz». No basta frecuentar la sinagoga sábado tras sábado, de nada sirve leer rutinariamente los textos sagrados, es inútil ofrecer regularmente los sacrificios prescritos por la Ley. No da vida cualquier religión. Hay que abrirse al Misterio del Dios vivo.

En la sociedad de la abundancia y del progreso se está haciendo cada vez más difícil escuchar una voz que venga del desierto. Lo que se oye es la publicidad de lo superfluo, la divulgación de lo trivial, la palabrería de políticos prisioneros de su estrategia, y hasta discursos religiosos interesados.

Alguien podría pensar que ya no es posible conocer a testigos que nos hablen desde el silencio y la verdad de Dios. No es así. En medio del desierto de la vida moderna podemos encontrarnos con personas que irradian sabiduría y dignidad, pues no viven de lo superfluo. Gente sencilla, entrañablemente humana. No pronuncian muchas palabras. Es su vida la que habla.

Ellos nos invitan, como el Bautista, a dejarnos «bautizar», a sumergirnos en una vida diferente, recibir un nuevo nombre, «renacer» para no sentirnos producto de esta sociedad ni hijos del ambiente, sino hijos e hijas queridos de Dios.

José Antonio Pagola


Publicado en www.gruposdejesus.com


Lectura del libro de Isaías (61,1-2a.10-11):

El Espíritu del Señor está sobre mí, porque el Señor me ha ungido. Me ha enviado para dar la buena noticia a los que sufren, para vendar los corazones desgarrados, para proclamar la amnistía a los cautivos, y a los prisioneros la libertad, para proclamar el año de gracia del Señor. Desbordo de gozo con el Señor, y me alegro con mi Dios: porque me ha vestido un traje de gala y me ha envuelto en un manto de triunfo, como novio que se pone la corona, o novia que se adorna con sus joyas. Como el suelo echa sus brotes, como un jardín hace brotar sus semillas, así el Señor hará brotar la justicia y los himnos ante todos los pueblos.

Palabra de Dios


Lc 1,46-48.49-50.53-54

R/.
 Me alegro con mi Dios

Proclama mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador;
porque ha mirado la humillación de su esclava.
Desde ahora me felicitarán todas las generaciones. R/.

Porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí:
su nombre es santo,
y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.
 R/.

A los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.
Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de la misericordia. R/.

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Tesalonicenses (5,16-24):

Estad siempre alegres. Sed constantes en orar. Dad gracias en toda ocasión: ésta es la voluntad de Dios en Cristo Jesús respecto de vosotros. No apaguéis el espíritu, no despreciéis el don de profecía; sino examinadlo todo, quedándoos con lo bueno. Guardaos de toda forma de maldad. Que el mismo Dios de la paz os consagre totalmente, y que todo vuestro espíritu, alma y cuerpo, sea custodiado sin reproche hasta la venida de nuestro Señor Jesucristo. El que os ha llamado es fiel y cumplirá sus promesas.

Palabra de Dios


 ¡ÁNIMO Y ADELANTE...SIEMPRE ADELANTE!

"SOMOS LA VOZ QUE CLAMA EN EL DESIERTO"... estamos entregando nuestras últimas fuerzas antes de llegar las vacaciones. Se nos nota cansados, agotados, exprimidos, pero cuando se nos pide un último esfuerzo damos siempre el paso al frente. Nuestros alumnos nos necesitan, ahora, siempre...y somos capaces de sacar fuerza de donde ya no se tienen.

Si alguien tuviera un mínimo interés por nosotros, mensajeros de la Buena Nueva, nos preguntaría que qué sacamos con tanto esfuerzo, que por qué seguimos siendo quijotes enredándose con los molinos, que por  qué no nos doma la burocracia.

Pero como la realidad es que a nadie le importamos, mientras cumplamos nuestra misión de contenedor de niños, pues todo correcto y adelante

Ese es nuestro particular desierto.


Y aquí estamos transitando este desierto, otra vez tirando de los camellos de los Reyes Magos, siguiendo la estrella que tanto les cuesta ver, en su día a día, a nuestras familias.
Mostrando la necesidad de los que están más necesitados que nosotros y dando respuesta con la "Operación Kilo".
Enseñando la belleza de dar, aun en lo poco, aun desde donde casi no se tiene.
Mostrando la fuerza de compartir el pan y la oración.
Aprendiendo que solo el Amor, nos permite, pedir perdón y perdonar, de la misma manera que nos posibilita la alegría de dar las gracias.


Y somos villancicos en una sociedad que no escucha, que se engancha a la falsa felicidad de las cosas.
Pero no dejamos de ser pastores, aún en la confusión de la sucesión de dunas de este desierto inmenso que deshumaniza y cosifica a nuestros alumnos.
Beduinos en busca de un nuevo oasis donde detenernos y darles de beber.
Mirando al cielo para buscar inspiración , mientras nos juntamos al calor del fuego de nuestras evaluaciones.


Juntos somos mejores, juntos mejoramos, nosotros y los que nos rodean.
Juntos al estilo de Madre Matilde, cambiando lo que puede parecer inamovible. Encarando las dificultades, codo con codo, porque somos un gran equipo.

Agitad pues, los cascabeles, haced sonar las panderetas y alzar la voz...que se oiga la alegría de nuestro mensaje...ningún desierto puede con la ESPERANZA de un maestro.

¡VAMOS a B E L É N!

¡¡¡VELAD!!!
¡¡¡PREPARAD EL CAMINO AL SEÑOR!!!
¡¡¡ALLANAD SUS SENDEROS!!!

NO TENGÁIS MIEDO.
SEA TODA NUESTRA VIDA UN ACTO DE AMOR.

ÁNIMO y ¡ADELANTE, SIEMPRE ADELANTE!


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