lunes, 30 de mayo de 2022

ACOMPAÑÁNDOTE EN EL ROSARIO (31MAYO2022)

 EL SANTO ROSARIO EN EL COLEGIO SAN JOSÉ 

 Hoy nos juntamos en torno a MARÍA, nuestra MADRE, MAESTRA y AMIGA, a despedir el mes de mayo con una oración que a ella le gusta mucho: EL ROSARIO.

Comenzamos recitando las LETANÍAS, que son como flores que le regalamos a la Virgen, que muestran nuestro cariño, admiración y fe hacia ella., como intercesora que es por nosotros ante Dios Nuestro Señor.


Santa María, 

ruega por nosotros.(Respondemos cada vez que nombramos a la VIRGEN.)


Santa Madre de Dios,
Santa Virgen de las Vírgenes,
Madre de Cristo, 
Madre de la Iglesia, 
Madre de la divina gracia, 
Madre purísima, 
Madre castísima, 
Madre siempre virgen,
Madre inmaculada, 
Madre amable, 
Madre admirable, 
Madre del buen consejo, 
Madre del Creador, 
Madre del Salvador, 
Madre de misericordia, 
Virgen prudentísima, (TUTORA 5º EP)
Virgen digna de veneración, 
Virgen digna de alabanza, 
Virgen poderosa, 
Virgen clemente, 
Virgen fiel, 
Espejo de justicia, 
Trono de la sabiduría, 
Causa de nuestra alegría, 
Vaso espiritual, 
Vaso digno de honor, 
Vaso de insigne devoción, 
Rosa mística, 
Torre de David, 
Torre de marfil, 
Casa de oro, 
Arca de la Alianza, 
Puerta del cielo, 
Estrella de la mañana, 
Salud de los enfermos, 
Refugio de los pecadores, (TUTOR 6º EP)
Consoladora de los afligidos, 
Auxilio de los cristianos, 
Reina de los Ángeles, 
Reina de los Patriarcas, 
Reina de los Profetas, 
Reina de los Apóstoles, 
Reina de los Mártires, 
Reina de los Confesores, 
Reina de las Vírgenes, 
Reina de todos los Santos, 
Reina concebida sin pecado original, 
Reina asunta a los Cielos, 
Reina del Santísimo Rosario, 
Reina de la familia, 
Reina de la paz.

 



Para ser fieles a nuestro lema "ACOMPAÑÁNDOTE" vamos a rezar y a repasar especialmente el camino realizado durante este mes y durante el curso.
Y no hay mejor ejemplo de acompañamiento que MARÍA y estos MISTERIOS GOZOSOS que vamos a rezar a continuación nos lo muestran claramente.



 

PRIMER MISTERIO. 

 Todo empieza con un SÍ... el camino de nuestra salvación es consecuencia de CONFIAR EN DIOS y ENTREGARSE.

 





«Al sexto mes el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la estirpe de David; el nombre de la virgen era María» (Lc 1,26-27).

Rezar el Padrenuestro.

Rezar 3 AvemaríasGloria y Jaculatoria.

 María, Madre de gracia, Madre de misericordia, defiéndenos de nuestros enemigos y ampáranos ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.

 

 SEGUNDO MISTERIO.

Ese Sí es un COMPROMISO DE SERVICIO a Dios y a los demás...y nos ponemos en camino.


«En aquellos días María se puso en camino y fue aprisa a la región montañosa, a una ciudad de Judá; entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel. 
Y sucedió que, en cuanto Isabel oyó el saludo de María, saltó de gozo el niño en su seno, e Isabel quedó llena de Espíritu Santo; y exclamando a voz en grito, dijo: "Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu seno"» (Lc 1, 39-42)

Rezar el Padrenuestro.

Rezar  3 AvemaríasGloria y Jaculatoria

María, Madre de gracia, Madre de misericordia, defiéndenos de nuestros enemigos y ampáranos ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.


 TERCER MISTERIO.

Ese SÍ trae la LUZ al mundo...pone ESPERANZA Y ALEGRIA en nuesto camino.


«Sucedió que por aquellos días salió un edicto de César Augusto ordenando que se empadronase todo el mundo. Este primer empadronamiento tuvo lugar siendo Cirino gobernador de Siria. Iban todos a empadronarse, cada uno a su ciudad. 
Subió también José desde Galilea, de la ciudad de Nazaret, a Judea, a la ciudad de David, que se llama Belén, por ser él de la casa y familia de David, para empadronarse con María, su esposa, que estaba encinta. Y sucedió que, mientras ellos estaban allí, se le cumplieron los días del alumbramiento, y dio a luz a su hijo primogénito, le envolvió en pañales y le acostó en un pesebre, porque no tenían sitio en el alojamiento» (Lc 2,1-7). 

Rezar el Padrenuestro.

Rezar 3 AvemaríasGloria y Jaculatoria.

María, Madre de gracia, Madre de misericordia, defiéndenos de nuestros enemigos y ampáranos ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.

 

CUARTO MISTERIO.

Ese SÍ es un camino de FE, de consagración a DIOS desde que nacemos. Nuestra MISIÓN es trsmitir esa fe acompañando, compartiendo, dando respuestas al que lo necesita.

 


«Cuando se cumplieron los ocho días para circuncidarle, se le dio el nombre de Jesús, como lo había llamado el ángel antes de ser concebido en el seno. Cuando se cumplieron los días de la purificación de ellos, según la Ley de Moisés, llevaron a Jesús a Jerusalén para presentarle al Señor, como está escrito en la Ley del Señor: Todo varón primogénito será consagrado al Señor y para ofrecer en sacrificio un par de tórtolas o dos pichones, conforme a lo que se dice en la Ley del Señor» (Lc 2, 21-24).

Rezar el Padrenuestro

Rezar 3 AvemaríasGloria y Jaculatoria.

María, Madre de gracia, Madre de misericordia, defiéndenos de nuestros enemigos y ampáranos ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén

 

QUINTO MISTERIO. 

Ese SÍ es el del compromiso de estar siempre ahí para lo que necesitemos, aunque nos perdamos, aunque no entendamos lo que nos ocurre. María siempre está pendiente de nosotros.Y ese "estar pendiente" debe ser la clave de nuestro ACOMPAÑÁNDOTE.


«Sus padres iban todos los años a Jerusalén a la fiesta de la Pascua. Cuando tuvo doce años, subieron ellos como de costumbre a la fiesta y, al volverse, pasados los días, el niño Jesús se quedó en Jerusalén, sin saberlo sus padres... 
Y sucedió que al cabo de tres días, le encontraron en el Templo sentado en medio de los maestros, escuchándoles y preguntándoles; todos los que le oían, estaban estupefactos por su inteligencia y sus respuestas» (Lc 2, 41-47)

Rezar el Padrenuestro.

Rezar 3 AvemaríasGloria y Jaculatoria.

María, Madre de gracia, Madre de misericordia, defiéndenos de nuestros enemigos y ampáranos ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén

 


Terminamos nuestro rezo del Rosario, reconociendo nuestro amor a María y haciéndole una última petición: que allí donde nos encontremos casa, colegio, barrio, sepamos seguir las huellas de Nuestro Señor Jesucristo imitando lo mejor que podamos su manera de acompañar.


REZAMOS LA SALVE.

 Dios te salve, Reina y Madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra; Dios te salve. A Ti llamamos los desterrados hijos de Eva; a Ti suspiramos, gimiendo y llorando, en este valle de lágrimas. Ea, pues, Señora, abogada nuestra, vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos; y después de este destierro muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre. ¡Oh clementísima, oh piadosa, oh dulce siempre Virgen María!

Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios, para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo.

 AMÉN.



No hay comentarios:

Publicar un comentario