Poema de Adviento
Comienza el periodo de reflexión,
tiempo de paz, amor y
esperanza,
periodo de alegría y alabanza,
pues cerca está el
Señor en la oración.
Preparamos tu venida asombrosa,
Cristo de la vida y del perdón,
luz del mundo, sagrado corazón,
tu venida es humilde y poderosa.
Estad preparados y vigilando,
no sabemos cuándo será el momento.
Estad atentos es tiempo de adviento,
salid a su encuentro que está llegando.
El Señor quiere entrar en tu existencia,
despiertos por ello hemos de estar.
Trae luz de vida que todo lo da,
la paz más profunda con su presencia.
Ven Señor, haz resplandecer tu rostro.
Eres la alegría más verdadera,
que puede sentirse en toda la Tierra.
Eres principio y fin, eres el todo.
Que cada uno te abra su vida,
para que brotes y siempre florezcas,
para que, en nosotros amanezcas,
luz entre las
tinieblas encendida.
Esperamos en ti con devoción,
muy viva y sentida confianza,
que en todo nuestro ser tú sólo
alcanzas,
ofreciéndonos tu encarnación.
La virgen con su fe y caridad,
no encuentra rechazo, ni oscuridad,
acepta a Dios con toda libertad,
y es que nada le puede separar,
del inmenso amor de Cristo que nace,
Y como Dios encarnado se hace.
Dios se ha sembrado en nuestra carne,
se ha hecho hombre por infinito amor,
en el vientre de su virgen madre,
libre de pecado y de error.
En las tinieblas se encendió la luz.
En el desierto clamo una voz,
preparen sus caminos ya se acerca,
Envuélvenos Señor con tu presencia,
Inúndanos el alma con tu don.
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