viernes, 26 de octubre de 2018
HAZTE UN REZO (OCTUBRE) LA HORA.
Colgados del tiempo, presos de la prisa.
Así transcurren nuestros días.
La luz del verano es ya un recuerdo.
El otoño presenta sus credenciales, coloridas, húmedas y aireadas.
Y el tiempo se repetirá, pero no se detendrá.
El despertador hace la misma labor para diligentes que para perezosos.
El tic-tac del día a día no cede, no se relaja, parece que su cuerda no se agota.
Y mientras los árboles pierden sus hojas nosotros ganamos en capas de ropa.
Y sin darnos cuenta,casi, pasamos de la piel de melocotón a la arruga es bella, de nos gusta conducir a nos gusta que nos lleven, del yo primero al cuando pueda o tenga ganas.
Da lo mismo el momento o el lugar donde nos encontremos.
Da lo mismo, si somos niños o ancianos, jóvenes o adultos.
Somos esclavos del reloj, como lo somos del móvil.
Enganchados al tiempo, en una liturgia nueva que pone en el Dios consumo toda su esperanza.
Se nos ha olvidado rezar, como se nos está olvidando escribir o hablar.
Absorvidos por las máquinas, prestos a ser sustituidos por ellas.
Todo es cuestión de tiempo.
Ya no estoy seguro de que esté en nuestra mano cambiar esta deriva.
Se pierden los oficios, se pieden los recuerdos, se piede el tiempo.
Parece que siempre hay un antes y un después en algún momento de nuestra vida.
Un punto de inflexión, un cambio, una explosión.
Y el tiempo se recompone, se reorganiza.
Por eso, ¿Qué es para ti una hora?
No la tenías contabilizada.
Es un regalo a ocupar.
Detente a disfrutarla.
Es tu oportunidad.No la dejes escapar.
Una hora para encontrarte con Dios, encontrándote con los demás.
No tengas miedo.
Quédate: tú me importas.
Encuentra tu manera de rezar.
Ánimo y adelante.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario