La tradición es la tradición...pero ¿cuál es la nuestra?
La fiesta de TODOS LOS SANTOS.
¿ Y sabemos en qué consiste nuestra tradición?
No quieras saber la respuesta.
En la sociedad de consumo manda el mercado. Y el mercado usa la fiesta para hacer negocio y mover el DIOS DINERO.
Gastamos sin sentido, celebramos sin contenido, hacemos nuestra otra tradición.
No te engañes. La fiesta está bien. Divertirse es parte de nuestra forma de ser como personas.
Pues entonces ¿dónde está el problema?
Tampoco es un problema. Es una reflexión.
¿Cómo es posible que le pongamos tanto empeño a la víspera y tan pocas ganas en el día de la celebración?
Imaginaros que unos novios le pusieran tanto empeño a los preparativos de su boda que cuando llegara el día del casamiento ya no tuviera importancia lo que ocurre en la boda.
No se entendería, ¿verdad?
Pues eso es lo que hacemos el 31 de octubre y el 1 de noviembre.
Así que, por favor, cuando mañana amanezcas, y te quites los últimos restos de maquillaje y guardes tu disfraz, recuerda el por qué de esta fiesta.
Recuerda que tu nombre suele estar asociado al de un santo e interésate por saber de él.
Descubre de qué es modelo y la causa de su santidad.
Escucha la llamada de Jesús a ser santos.
Acude a rezar a la iglesia (pedir y dar gracias siempre nos da fuerza),
confiésate (el perdón nos cambia, nos hace mejores personas, nos salva),
participa en la Eucaristía (las lecturas y los salmos te indicarán cómo ser santo),
deposita flores en las tumbas de tus familiares o acuérdate de ellos de forma especial.
Y si te llega el presupuesto, y el estómago no se ha revelado ante tanta chuche,endúlzate con los buñuelos y los huesos de santo.
Porque esas, son nuestras tradiciones.
¡Feliz Víspera!
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