ESPERANDO EL JUBILEO DE LA MISERICORDIA. PAPA FRANCISCO:
EL SEÑOR DESEA MOSTRARNOS SU MISERICORDIA
Dice el Papa Francisco:
«He sentido que hay como un deseo del Señor de mostrar a los hombres su misericordia. He seguido una tradición renovada recientemente, ya que el tema de la misericordia se acentúa fuertemente en la Iglesia a partir de Pablo VI. Juan Pablo II lo subrayó con la encíclica "Dives in Misericordia", la canonización de Santa Faustina Kowalska y la institución de la fiesta de la Divina Misericordia en la Octava de Pascua.
Es obvio que el mundo de hoy necesita misericordia, necesita la compasión, es decir, ''padecer con'' . Estamos acostumbrados a las malas noticias, a las noticias crueles y a las mayores atrocidadades que ofenden el Nombre y la vida de Dios.
Al mundo le hace falta descubrir que Dios es Padre, que hay misericordia, que la crueldad no es el camino, que la condena no es el camino...
Me vino a la mente la imagen de la Iglesia como un hospital de campaña después de la batalla: ¡cuánta gente herida y destruida!
Creo que este es el tiempo de la misericordia. Todos somos pecadores, todos llevamos pesos dentro. Sentí que Jesús quiere abrir la puerta de su corazón, que el Padre quiere mostrar sus entrañas de misericordia, y por esto nos envía al Espíritu...
Es el año del perdón, el año de la reconciliación. Por un lado vemos el comercio de armas... el asesinato de inocentes en las formas más crueles posibles, la explotación de las personas... de los niños... Está en curso un sacrilegio contra la humanidad, porque el hombre es sagrado, es la imagen del Dios viviente. Y el Padre dice: "Deteneos y venid a mí"».
(Palabras del Papa Francisco en una entrevista concedida al semanario italiano "Credere”, revista oficial del Año Santo de la Misericordia, y publicada esta semana)
Iniciamos los Tellistas, el Año de la Misericordia, acompañando a la Virgen María, Madre Misericordiosa, en su camino, que es el nuestro, este ADVIENTO,
Al hacerlo con una Eucaristía, reafirmamos nuestro CARISMA, que es el de Madre Matilde.
Dice el Papa Francisco:
«He sentido que hay como un deseo del Señor de mostrar a los hombres su misericordia. He seguido una tradición renovada recientemente, ya que el tema de la misericordia se acentúa fuertemente en la Iglesia a partir de Pablo VI. Juan Pablo II lo subrayó con la encíclica "Dives in Misericordia", la canonización de Santa Faustina Kowalska y la institución de la fiesta de la Divina Misericordia en la Octava de Pascua.
Es obvio que el mundo de hoy necesita misericordia, necesita la compasión, es decir, ''padecer con'' . Estamos acostumbrados a las malas noticias, a las noticias crueles y a las mayores atrocidadades que ofenden el Nombre y la vida de Dios.
Al mundo le hace falta descubrir que Dios es Padre, que hay misericordia, que la crueldad no es el camino, que la condena no es el camino...
Me vino a la mente la imagen de la Iglesia como un hospital de campaña después de la batalla: ¡cuánta gente herida y destruida!
Creo que este es el tiempo de la misericordia. Todos somos pecadores, todos llevamos pesos dentro. Sentí que Jesús quiere abrir la puerta de su corazón, que el Padre quiere mostrar sus entrañas de misericordia, y por esto nos envía al Espíritu...
Es el año del perdón, el año de la reconciliación. Por un lado vemos el comercio de armas... el asesinato de inocentes en las formas más crueles posibles, la explotación de las personas... de los niños... Está en curso un sacrilegio contra la humanidad, porque el hombre es sagrado, es la imagen del Dios viviente. Y el Padre dice: "Deteneos y venid a mí"».
(Palabras del Papa Francisco en una entrevista concedida al semanario italiano "Credere”, revista oficial del Año Santo de la Misericordia, y publicada esta semana)
Iniciamos los Tellistas, el Año de la Misericordia, acompañando a la Virgen María, Madre Misericordiosa, en su camino, que es el nuestro, este ADVIENTO,
Al hacerlo con una Eucaristía, reafirmamos nuestro CARISMA, que es el de Madre Matilde.
Bebamos pues de la fuente, del agua viva, que a Madre Matilde, dio ánimo para seguir, siempre adelante, persiguiendo un sueño que es la obra de Dios, aquí, entre nosotros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario