CRECER CREYENDO:
Lc (21,25-28.34-36):
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Habrá signos en el sol y la luna y las estrellas, y en la tierra angustia de las gentes, enloquecidas por el estruendo del mar y del oleaje. Los hombres quedarán sin aliento por el miedo y la ansiedad, ante lo que se le viene encima al mundo, pues los astros temblarán. Entonces, verán al Hijo del Hombre venir en una nube, con gran poder y majestad. Cuando empiece a suceder esto, levantaos, alzad la cabeza; se acerca vuestra liberación.»
Palabra del Señor
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Habrá signos en el sol y la luna y las estrellas, y en la tierra angustia de las gentes, enloquecidas por el estruendo del mar y del oleaje. Los hombres quedarán sin aliento por el miedo y la ansiedad, ante lo que se le viene encima al mundo, pues los astros temblarán. Entonces, verán al Hijo del Hombre venir en una nube, con gran poder y majestad. Cuando empiece a suceder esto, levantaos, alzad la cabeza; se acerca vuestra liberación.»
Palabra del Señor
Salmo
Sal 24
R/. A ti, Señor, levanto mi alma
Señor, enséñame tus caminos,
instrúyeme en tus sendas,
haz que camine con lealtad;
enséñame, porque tú eres
mi Dios y Salvador. R/.
El Señor es bueno y recto,
y enseña el camino a los pecadores;
hace caminar a los humildes con rectitud,
enseña su camino a los humildes. R/.
Las sendas del Señor son misericordia y lealtad,
para los que guardan su alianza y sus mandatos.
El Señor se confía con sus fieles
y les da conocer su alianza. R/.
R/. A ti, Señor, levanto mi alma
Señor, enséñame tus caminos,
instrúyeme en tus sendas,
haz que camine con lealtad;
enséñame, porque tú eres
mi Dios y Salvador. R/.
El Señor es bueno y recto,
y enseña el camino a los pecadores;
hace caminar a los humildes con rectitud,
enseña su camino a los humildes. R/.
Las sendas del Señor son misericordia y lealtad,
para los que guardan su alianza y sus mandatos.
El Señor se confía con sus fieles
y les da conocer su alianza. R/.
COMENTARIO:
“ESTAD
SIEMPRE DESPIERTOS”
Los discursos
apocalípticos recogidos en los evangelios reflejan los miedos y la
incertidumbre de aquellas primeras comunidades cristianas, frágiles y
vulnerables, que vivían en medio del vasto Imperio romano, entre conflictos y
persecuciones, con un futuro incierto, sin saber cuándo llegaría Jesús, su
amado Señor.
También las
exhortaciones de esos discursos representan, en buena parte, las exhortaciones
que se hacían unos a otros, aquellos cristianos, recordando el mensaje de
Jesús. Esa llamada a vivir despiertos cuidando la oración y la confianza es un
rasgo original y característico de su Evangelio y de su oración.
Por eso, las
palabras que escuchamos hoy, después de muchos siglos, no están dirigidas a
otros destinatarios. Son llamadas que hemos de escuchar los que vivimos ahora
en la Iglesia de Jesús, en medio de las dificultades e incertidumbres de estos
tiempos.
La Iglesia actual
marcha a veces como una anciana «encorvada» por el peso de los siglos, las
luchas y trabajos del pasado. «Con la cabeza baja», consciente de sus errores y
pecados, sin poder mostrar con orgullo la gloria y el poder de otros tiempos.
Es el momento de
escuchar la llamada que Jesús nos hace a todos.
«Levantaos», animaos unos a otros. «Alzad la cabeza» con
confianza. No miréis al futuro solo desde vuestros cálculos y
previsiones. «Se acerca vuestra liberación». Un
día ya no viviréis encorvados, oprimidos ni tentados por el desaliento.
Jesucristo es vuestro Liberador.
Pero hay maneras de vivir que impiden a muchos
caminar con la cabeza levantada confiando en esa liberación definitiva. Por
eso, «tened cuidado de que no se os embote la mente». No os
acostumbréis a vivir con un corazón insensible y endurecido, buscando llenar
vuestra vida de bienestar y placer, de espaldas al Padre del Cielo y a sus
hijos que sufren en la tierra. Ese estilo de vida os hará cada vez menos
humanos.
«Estad siempre despiertos». Despertad la fe en vuestras
comunidades. Estad más atentos a mi Evangelio. Cuidad mejor mi presencia en
medio de vosotros. No seáis comunidades dormidas. Vivid «pidiendo fuerza». ¿Cómo seguiremos los pasos de Jesús
si el Padre no nos sostiene? ¿Cómo podremos «mantenernos en pie ante el
Hijo del Hombre»" José Antonio
Pagola. Grupos de Jesús. Parroquia San
Vicente Mártir de Obando - Bilbao.
REFLEXIÓN:
EL ADVIENTO, es parte fundamental del
camino.
Permanecer a la espera no es estar
parado.
Pon tu corazón en movimiento…
¡¡MOVILIZATE!!
No hay escusas.
Estemos preparados.
No tengáis miedo.
¡Ánimo y adelante!
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