Nelson Mandela, expresidente de Sudáfrica, ha muerto el 5 de diciembre,
jueves, en su casa de Johanesburgo a los 95 años.
El primer mandatario negro del país tenía un cóctel seductor e irresistible compuesto de un encanto infinito, unos principios inflexibles, una visión estratégica y un pragmatismo absoluto.
Los más de 50 años de vida política de Nelson Mandela han
abarcado numerosos momentos de la historia de Sudáfrica y del mundo y han
dejado varias frases que dan fe de la evolución del líder sudafricano y de su
pensamiento político.
“Por mi parte he hecho mi elección. No dejaré Sudáfrica, ni
me voy a rendir. Sólo a través del trabajo duro, el sacrificio y una acción
militante puede conquistarse la libertad. La lucha es mi vida. Continuaré
luchando por la libertad hasta el fin de mis días”. (Comunicado de prensa
emitido durante su estancia en prisión, 26 de junio de 1961)
“Es correcto preguntar con claridad: ¿por qué esta rígida
discriminación racial en la administración de justicia? ¿Por qué hoy, en este
tribunal, hablo con un juez blanco, me enfrento con un fiscal blanco, y me
lleva al banquillo un alguacil blanco? ¿Puede alguien, con honradez y seriedad,
sugerir que en este tipo de atmósfera la balanza de la justicia está
equilibrada?” (Primeras declaraciones ante el juez, 22 de octubre de 1962)
“Celebro el ideal de una sociedad democrática y libre en la
que todas las personas viven juntas en armonía y con igualdad de oportunidades.
Es un ideal para el que pienso vivir y espero alcanzar. Pero, si fuera
necesario, es un ideal por el que estoy listo para morir” (Declaración ante el
Tribunal Supremo durante el juicio contra él por sabotaje, 20 de abril de 1964)
(Ante las acusaciones de comunismo.) Luchamos contra dos
rasgos que marcan la vida de los africanos en Sudáfrica y que están protegidas
por una legislación que buscamos abolir. Estos rasgos son la pobreza y la falta
de dignidad humana, y no necesitamos comunistas o eso que llaman
"agitadores" para enseñarnos sobre esas cosas. (Declaración ante el
Supremo, 20 de abril de 1964)
“Vuestra libertad y la mía no pueden separarse. Volveré”.
(Carta desde la cárcel, 10 de febrero de 1985)
“Nuestra marcha hacia la libertad es irreversible. No
podemos dejar que el miedo se interponga en nuestro camino”. (Discurso en
Ciudad del Cabo tras su liberación, 11 de febrero de 1990).
“Cuando escuchábamos el vibrante y vigoroso grito de
preocupación humana, supimos que seríamos liberados. Vimos que ningún muro de
una prisión, ningún perro guardián, ni siquiera el frío mar que como un foso
mortal rodeaba [la prisión de] Robben Island, lograría frustrar los deseos de
la humanidad…”. (Declaraciones en la Catedral de Uppsala (Suecia), 13 de marzo
de 1990)
“Una nación no debe juzgarse por como trata a sus ciudadanos
más distinguidos, sino por como trata a sus más humildes” (El largo camino a la
libertad, autobiografía)
“Conforme nos liberamos de nuestros propios miedos, nuestra
presencia libera automáticamente a los demás”. (El largo camino a la libertad,
autobiografía)
Que los esfuerzos de todos nosotros prueben que [el líder
por los derechos civiles Martin Luther King, Jr.] no era un mero soñador cuando
habló de la belleza de la verdadera hermandad y paz, más preciosa que los
diamantes, la plata o el oro. ¡Que una nueva era amanezca! (Discurso al recibir
el Premio Nobel de la Paz, 1993)
“El tiempo de curar las heridas ha llegado. El momento de
salvar los abismos que nos dividen ha llegado. Es la hora de construir”.
(Discurso en su toma de posesión, 1994)
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