Es una parte de mi que no quiero perder.
Seré un marciano, un ser de otro planeta.
Puede que para mis alumnos o para mis hijos sea un ser anclado en el tiempo.
¡Pero como mola mi ancla!
Son Todos los valores que intento transmitir, incluida la vana ilusión de poner a rezar a un colegio entero.
Comienza el Adviento y yo me siento como un astronauta, solo en el espacio.
Toda la tecnología está puesta a mi servicio para llevar a cabo mi misión, pero no contaba con que se podía dar un error de base: Cada vez menos personas conocen la misión.
¿Cómo llegar a todos, a los que la conocen y a los que no?
Si cada día que pasa parece que nos estamos alejando, si los trajes y vehículos se están mostrando obsoletos muy rápidamente. ¿A dónde voy?
Y entonces, en plena duda, aparece el SÍ con mayúsculas de MARÍA.
La ANUNCIACIÓN.
La entrega al AMOR DE DIOS.
Y aparecen en el ordenador de abordo otros muchos signos del amor, que no pueden pasar desapercibidos: ese hijo que está en camino que une y revuelve a toda pareja, esa hipoteca que no se quiere terminar y que nos lleva a mal traer a fin de mes,pero que se afronta lo más dignamente posible, ese tiempo que dedicamos a estar con los hijos, la familia los amigos y que mengua pese a todos nuestros esfuerzos o deseos..
Pero entonces, ¿cuál es el plan de Dios para mi, par ti, para cada uno de nosotros?
La respuesta es tan simple que muchas veces se nos escapa.
Hay que vivir, hay que estar vivos.DESPIERTOS.
Ser un astronauta desde que estamos dando patadas en el vientre de nuestra madre.
No ser una foto, una caricatura o una escultura, .
Hay que buscar, reconocer, ponerse en marcha.
Vivir no es compatible con estar pasivo, solo,
Nuestras respuestas no están lejos.
Las tenemos nosotros y somos capaces de sacarlas y compartirlas cada vez que nos encontramos en las virtudes y defectos de los que nos rodean.
Así que ya sabeis:
En Adviento, PON TU CORAZÓN EN MOVIMIENTO.
No tengáis miedo.
Ánimo y adelante.
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