Yo pertenezco al grupo de los de doble contrato: el LABORAL y el del SACRAMENTO.
Ambos se rigen por el derecho civil.
Para ambos hay que tener vocación, ponerle interés y cariño.
Pero no les quede la menor duda de que me duele más mi mujer enfadada que cuando se enfada la superiora, la directora o la delegada de pastoral.
Entonces MISIÓN COMPARTIDA es sacar adelante a Carmen y Alberto, junto a la mujer que amo, MAITE.
Eso es lo primero, lo prioritario y lo sagrado.
Esa es la gran diferencia entre un seglar y un consagrado.
¡Somo más chulos que un ocho, no renunciamos a nada!
EL AMOR es el bálsamo que cotrarresta "El que mucho abarca, poco aprieta" o "Dios aprieta, pero no ahoga".
...Y a esto, añádanle LA SUEGRA.
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