Al quererle figurar
de qué manera es mi Amado,
y que mi alma le mire,
le ve tan enamorado...
Que se pierde la razón.
y avanzando hasta lograrlo,
me retira el corazón
hasta que más pueda amarlo.
Y el día que más le sirva,
y el día que más le ame,
el tiempo que más le busque,
sabré mejor explicarme.
Pero ya entiendo, mi vida;
¿Cómo sabría yo hablar,
cuando no estaba enterada
de la esencia de la humildad?
Dios mío perdón te ruego;
que, al penetrar tus rincones,
yo me encuentre las lecciones
que los humildes tuvieron.
He de aprender a servirte
y también saber amarte
y también por retratarte
para todo, para todos.
Yo quisiera a todo el mundo
arrodillado a tus pies,
y en el afán de lograrlo
Tú mi ayuda vas a ser.
Aunque sea tartamuda
en el lenguaje de amar,
arrimadita a un Sagrario
cada día sabre más.
VIRGEN SANTA, Tú lo sabes
cuanto yo quiero decir;
dile a Jesús que me entienda
y me perdone por Ti.
(Escritos Espirituales de MADRE MATILDE Nº 15,16 y 17)
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