Oración del Claustro al comienzo de curso 2023- 2024
Comenzar un nuevo curso,
reincorporarse a las clases, volver al ritmo cotidiano de los días. Tiene algo
de monótono (vuelta a la rutina), y al tiempo algo de novedoso (¿qué me
deparará este año? ¿Se modificarán las intenciones de la administración?...)
LECTOR 2: También,
el comienzo de curso es una ocasión privilegiada para respirar hondo y empezar
a caminar con cierta energía, tomando las riendas del año antes de vernos
inmersos en las prisas, en los exámenes, en las evaluaciones...
Así,
que como educadores tellistas ¡miremos siempre adelante y avancemos!
LECTOR 3: Lógicamente,
para avanzar necesitamos saber hacia dónde. Cogemos nuestra guía, la Palabra de
Dios, y escuchamos la parábola del
hombre que buscaba perlas preciosas:
“Cuenta
la parábola que Jesús dice, «un comerciante encontró una perla de gran valor,
fue, vendió todos sus bienes y la compró» (Mt 13,46).
LECTOR
4: Detengámonos un poco en los gestos de
este comerciante y hagamos un símil con nuestra vocación de educadores tellistas,
porque como educadores, enseñamos un poco por medio de lo que decimos, algo más
por medio de lo que hacemos y mucho más por medio de lo que somos, de nuestro
testimonio diario...
LECTOR
5: Primer gesto: buscar. Se trata de un hombre emprendedor, que no se
queda quieto, sino que sale de su casa y se pone en camino en busca de perlas
preciosas. No dice: «Me conformo con las que tengo», sino que busca otras más
bellas. Y esto nos invita a no
encerrarnos en la rutina, en la monotonía, sino a reavivar el deseo, para que
no se apague el deseo de buscar la parte más valiosa de nuestros alumnos, de descubrir
su valía y cultivar sus sueños.
LECTOR
6: El
segundo gesto: encontrar. Es una
persona observadora y sabe reconocer una perla de gran valor. No es fácil.
Pensemos, por ejemplo, en algunos de los puestos que se ven en muchas ciudades,
repletos de libros y objetos diversos. A veces, en estos mercados, si uno se
detiene a mirar con atención, puede descubrir tesoros: cosas preciosas, volúmenes
raros que, mezclados con todo lo demás, uno no advierte a primera vista. Pero
el hombre de la parábola sabe encontrar, sabe «discernir» para encontrar la
perla. Esto también es una lección para
nosotros: cada día, en el trabajo, en nuestras aulas tenemos la oportunidad de
discernir el bien. Y es importante saber encontrar lo que importa: entrenarnos
para reconocer las gemas preciosas de las personas que nos rodean.
LECTOR 7: Y el último gesto: compra la perla. Al darse cuenta de su inmenso valor, lo vende todo. Cambia
radicalmente el inventario de su almacén; no queda nada más que esa perla: el
sentido de su presente y de su futuro. La
perla es Jesús. Él es la perla
preciosa de la vida, que hay que buscar, encontrar y hacer propia porque como
educadores debemos reconocer la influencia que nuestra vida ejerce sobre
nuestros alumnos. Ante ellos, nosotros somos un representante de Jesús, y lo
que ellos nos ven hacer, guiará, en gran parte, el destino de sus vidas. La
lección más poderosa que podemos enseñarles es
una vida entregada a Jesús y al prójimo.
TODOS:
Oración a dos coros
Ayúdame a ser un maestro empático y
dedicado, con mis ojos puestos en el bien último de aquellos a los que enseño.
Que esté dispuesto a animar, comprender y
perdonar, y lento a condenar. Mientras enseño ideas y entreno en competencias,
que mi vida y mi integridad abran sus mentes y sus corazones a la Verdad. Que
mi interés les enseñe el sabor de la vida y la pasión por aprender.
Dame la fuerza para admitir mis
limitaciones, el coraje para empezar cada día con esperanza, la paciencia y el
humor que necesito para seguir enseñando.
Acepto a cada alumno venido de tus manos.
Creo que cada uno de ellos es una persona de valor exclusivo. Sé que tengo la
oportunidad de dar a muchos niños y jóvenes luz y esperanza, un sentido de
misión y entrega. Sé que Tú confías en mí y que estás conmigo.
Que aprendamos de la sabiduría del pasado.
Que nos guiemos por tu Palabra y de las vidas de aquellos, que como Madre
Matilde, te conocen bien.
Pidamos por intercesión de Madre
Matilde, que Dios nos acompañe en nuestro caminar educativo de este nuevo
curso y nos indique el camino para
mostrar a nuestros alumnos al único Maestro.
Rezamos: PADRE NUESTRO....
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