domingo, 3 de septiembre de 2023

ORACIÓN PARA EL CLAUSTRO DE PRINCIPIO DE CURSO (1SEPT2023)

 

Oración del Claustro al comienzo de curso 2023- 2024



LECTOR 1:       Comenzamos un nuevo curso bajo el lema: “Adelante, siempre adelante”

 

            Comenzar un nuevo curso, reincorporarse a las clases, volver al ritmo cotidiano de los días. Tiene algo de monótono (vuelta a la rutina), y al tiempo algo de novedoso (¿qué me deparará este año? ¿Se modificarán las intenciones de la administración?...)

 

LECTOR 2:       También, el comienzo de curso es una ocasión privilegiada para respirar hondo y empezar a caminar con cierta energía, tomando las riendas del año antes de vernos inmersos en las prisas, en los exámenes, en las evaluaciones...

 

            Así, que como educadores tellistas ¡miremos siempre adelante y avancemos!

 

LECTOR 3:       Lógicamente, para avanzar necesitamos saber hacia dónde. Cogemos nuestra guía, la Palabra de Dios, y escuchamos la parábola del  hombre que buscaba perlas preciosas:

 

“Cuenta la parábola que Jesús dice, «un comerciante encontró una perla de gran valor, fue, vendió todos sus bienes y la compró» (Mt 13,46).

 


LECTOR 4:       Detengámonos un poco en los gestos de este comerciante y hagamos un símil con nuestra vocación de educadores tellistas, porque como educadores, enseñamos un poco por medio de lo que decimos, algo más por medio de lo que hacemos y mucho más por medio de lo que somos, de nuestro testimonio diario...

 

LECTOR 5:       Primer gesto: buscar. Se trata de un hombre emprendedor, que no se queda quieto, sino que sale de su casa y se pone en camino en busca de perlas preciosas. No dice: «Me conformo con las que tengo», sino que busca otras más bellas. Y esto nos invita a no encerrarnos en la rutina, en la monotonía, sino a reavivar el deseo, para que no se apague el deseo de buscar la parte más valiosa de nuestros alumnos, de descubrir su valía y cultivar sus  sueños.

LECTOR 6:       El segundo gesto: encontrar. Es una persona observadora y sabe reconocer una perla de gran valor. No es fácil. Pensemos, por ejemplo, en algunos de los puestos que se ven en muchas ciudades, repletos de libros y objetos diversos. A veces, en estos mercados, si uno se detiene a mirar con atención, puede descubrir tesoros: cosas preciosas, volúmenes raros que, mezclados con todo lo demás, uno no advierte a primera vista. Pero el hombre de la parábola sabe encontrar, sabe «discernir» para encontrar la perla. Esto también es una lección para nosotros: cada día, en el trabajo, en nuestras aulas tenemos la oportunidad de discernir el bien. Y es importante saber encontrar lo que importa: entrenarnos para reconocer las gemas preciosas de las personas que nos rodean.

LECTOR 7:       Y el último gesto: compra la perla. Al darse cuenta de su inmenso valor, lo vende todo. Cambia radicalmente el inventario de su almacén; no queda nada más que esa perla: el sentido de su presente y de su futuro. La perla es Jesús. Él es la perla preciosa de la vida, que hay que buscar, encontrar y hacer propia porque como educadores debemos reconocer la influencia que nuestra vida ejerce sobre nuestros alumnos. Ante ellos, nosotros somos un representante de Jesús, y lo que ellos nos ven hacer, guiará, en gran parte, el destino de sus vidas. La lección más poderosa que podemos enseñarles es  una vida entregada a Jesús y al prójimo.

 

 




TODOS:

 

Oración a dos coros

 

Ayúdame a ser un maestro empático y dedicado, con mis ojos puestos en el bien último de aquellos a los que enseño.

 

Que esté dispuesto a animar, comprender y perdonar, y lento a condenar. Mientras enseño ideas y entreno en competencias, que mi vida y mi integridad abran sus mentes y sus corazones a la Verdad. Que mi interés les enseñe el sabor de la vida y la pasión por aprender.

 

Dame la fuerza para admitir mis limitaciones, el coraje para empezar cada día con esperanza, la paciencia y el humor que necesito para seguir enseñando.

 

Acepto a cada alumno venido de tus manos. Creo que cada uno de ellos es una persona de valor exclusivo. Sé que tengo la oportunidad de dar a muchos niños y jóvenes luz y esperanza, un sentido de misión y entrega. Sé que Tú confías en mí y que estás conmigo.

 

Que aprendamos de la sabiduría del pasado. Que nos guiemos por tu Palabra y de las vidas de aquellos, que como Madre Matilde, te conocen bien.


Pidamos por intercesión de Madre Matilde, que Dios nos acompañe en nuestro caminar educativo de este nuevo curso  y nos indique el camino para mostrar a nuestros alumnos al único Maestro.

 

Rezamos: PADRE NUESTRO....

 

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