viernes, 5 de enero de 2018

DE LA ALEGRÍA DEL NACIMIENTO DE EL SALVADOR A LA ILUSIÓN DE LOS REYES MAGOS

Quiero empezar el año contando una verdad.
Una verdad para los hombres de buena voluntad.
NO PERDAMOS LA ALEGRÍA.
HA NACIDO EL SALVADOR.


San Lucas escribe sobre el nacimiento de Jesús en Belén: “Sucedió en aquellos días que salió un decreto del emperador Augusto, ordenando se empadronase todo el Imperio. Este primer empadronamiento se hizo siendo Cirino gobernador de Siria. Y todos iban a empadronarse cada cual a su ciudad. Tambien José, por ser de la casa y familia de David, subió de la ciudad de Nazaret, en Galilea, a la ciudad de David, llamada Belén, en Judea, para empadronarse con María, su esposa, que estaba encinta. Y sucedió que mientras estaban allí, le llegó el tiempo del parto a ella y dio a luz a su hijo primogénito, le envolvió en pañales y le acostó en un pesebre, porque no había sitio para ellos en la posada” (Lc. 2, 4-7)
Continúa :“Unos pastores, que pasaban la noche al aire libre velando por turno su rebaño, de repente un ángel les dijo, no temáis, os anuncio una gran noticia que será de gran alegría para todo el pueblo, hoy, en la ciudad de David, os ha nacido un Salvador, el Mesías, el Señor. Y aquí tenéis la señal, encontrareis un niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre. De pronto una legión del ejército celestial, decía gloria a Dios en el cielo y paz en la tierra a los hombres de buena voluntad” (Lc. 2, 8-14).
Y en una noche como esta, no podemos olvidar al niño que cada uno llevamos dentro.
SEAMOS REYES MAGOS PARA NUESTRAS FAMILIAS.
NO PERDAMOS LA ILUSIÓN.



La historia narrada en el Evangelio de Mateo, cuenta que los magos vinieron de Oriente guiándose por una estrella, la cual los condujo hasta Belén (de ahí el nombre de estrella de Belén). ... Aunque también en algún momento las distintas tradiciones han señalado que eran cuatro, siete y hasta doce magos.


Los Reyes Magos de Oriente (o simplemente Reyes Magos) es el nombre por el que la tradición cristiana denomina a los «magos» —denominación que recibían los sacerdotes eruditos en el Antiguo Oriente4​ que, tras el nacimiento de Jesús de Nazaret, acudieron desde Oriente para rendirle homenaje y entregarle regalos de gran riqueza simbólica: oroincienso y mirra.5
En los evangelios canónicos solo el Evangelio de Mateo habla de estos "magos", sin precisar sus nombres, ni que fuesen reyes, ni que fueran tres. Fue en el siglo iii cuando se estableció que pudieran ser reyes, ya que hasta entonces, por sus regalos y las iconografías que los representaban, tan solo se consideraba que eran personas pudientes. Fue también en ese siglo cuando se estableció su número en tres, uno por regalo, ya que hasta entonces había dibujos con dos, tres o cuatro magos, e incluso la Iglesia ortodoxa siria y la Iglesia apostólica armenia aseguraban que eran doce, como los apóstoles y las doce tribus de Israel.6
Los nombres actuales de los tres reyes magos, MelchorGaspar y Baltasar, aparecen por primera vez en el famoso mosaico de San Apollinaire Nuovo (Rávena) que data del siglo vi, en el que se distingue a los tres magos ataviados al modo persa con sus nombres encima y representando distintas edades. Aún tendrían que pasar varios siglos, hasta el siglo xv, para que el rey Baltasar aparezca con la tez negra y los tres reyes, además de representar las edades, representen las tres razas de la Edad MediaMelchor encarnará a los europeosGaspar a los asiáticos y Baltasar a los africanos.6
En España a partir del siglo xix se inició la tradición de convertir la noche de Reyes (noche anterior a la Epifanía) en una fiesta infantil con regalos para los niños, a imitación de lo que se hacía en otros países el día de Navidad, en homenaje al santo oriental San Nicolás. Fue en 1866 cuando se celebró la primera cabalgata de Reyes Magos en Alcoy, tradición que se extendió al resto del país y posteriormente a otros países, especialmente a países de cultura hispana.67
La palabra «mago», proviene del persa ma-gu-u-sha, que significa sacerdote. Llegó al griego como μαγός (magós, plural: μαγοι, magoi), refiriéndose a una casta de sacerdotes persas o babilonios, que estudiaban las estrellas en su deseo de buscar a Dios.4​ Del griego pasó al latín como magus, plural magi, /mágui/ (cf. magister, /maguíster/) de donde llegó al español mago.

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