HAZTE VISIBLE, COMPAÑERO/A…
Hazte visible, compañero/a, en las pequeñas cosas.
Muéstranos tu libertad con alegría.
Muéstranos tu bondad gota a gota.
Muéstranos tu solidaridad con los que te necesitan
y tu respeto a los que te rodean.
Hazte visible, compañero/a, en el día a día.
Recuerda lo que enseñas: Diós nos hizo a todos libres e iguales.
Exige tus derechos y cumple igualmente tus obligaciones.
Pide lo que estés dispuesto a dar y da sin esperar nada a cambio.
Hazte visible, compañero/a, porque tú eres...
el Colegio, el Hospital, la Casa de Acogida, LA MISIÓN.
No asumas que la lengua de la serpiente puede mermar tus sentidos,
envenenar tus sentimientos y anular tu dignidad como educador, como profesional
y como persona.
Afronta los problemas con la sabiduría de un niño /a
y la energía del trigo al germinar.
Hazte visible, compañero/a, a tus alumnos/as, a tus enfermos, a tus necesitados.
En su aula, en sus habitaciones,en los pasillos, en el patio y en la calle.
Porque lo nuestro, compañero/a, no es sólo un trabajo…
¡¡Es una vocación!!
¡¡ES LA OBRA DE DIOS!!