sábado, 15 de diciembre de 2012

¡PON TU CORAZÓN EN MOVIMIENTO!



El Adviento es siempre tiempo de bullicio en un colegio tellista.
Cambia la decoración, aparecen los belenes en las clases y todo huele a "vísperas de un gran acontecimiento".
Leyendo el ABC (la grapa, que dicen mis amigos) este domingo me detuve en la columna de Jesús Higueras y el reencuentro me hizo reflexionar.

"San Lucas nos da en su evangelio los datos históricos exactos en los que  Juan el Bautista comienza su ministerio  a orillas del río Jordán. Con ello nos quiere decir con toda claridad que tanto el Precursor como el mismo Cristo no son personajes míticos, que aparecen en la imaginación de los hombres como las divinidades de otras religiones, sino que son personas reales, de carne y hueso, que viven en un lugar concreto y en un momento concreto de la historia de la humanidad. Esto que es aplicable a la historia en general también lo podemos decir de nuestra propia historia, pues Jesucristo no es alguien a quien yo invoco como un ser que me imagino más o menos bueno, sino que Jesús es también alguien, que,  porque ha vencido a la muerte convirtiéndose en el Salvador del mundo, puede intervenir en mi  vida y en mi historia personal. Es más, la fe consiste en tener un encuentro con Jesucristo vivo, que interviene en mi vida de un modo cierto. Él no es un fantasma o alguien que vivió hace muchos siglos. Es alguien de mi ahora, de mi presente, que puede transformar mi vida de un modo definitivo. Somos millones de personas las que podemos afirmar sin miedo  a equivocarnos que Jesús,  el nazareno, ha pasado por nuestras vidas dejando una huella imborrable. Es más , no solo ha pasado se ha quedado en nosotros como compañero de camino que nos sostiene y alienta en cada lucha que tenemos que llevar a término. Por eso es tan importante en este tiempo de Adviento invocar al Señor para que venga a nuestro corazón. Celebrar la Navidad no es simplemente recordar algo precioso que ocurrió, supone actualizar ese hecho histórico en nuestra realidad con la fuerza de la fe."
                                                                                  Jesús Higueras


La ESPERANZA, de la que nuestra sociedad anda tan necesitada en tiempos de crisis, se cimenta en el amor al prójimo, en la solidaridad con el necesitado, en el acompañamiento al desvalido.
La esperanza está en cada uno de nosotros, porque, cada uno, en su medida, somos la esperanza para los demás.

LA NAVIDAD ES ESA PUENTE QUE UNE FE Y ESPERANZA.
UNE PASADO, PRESENTE Y FUTURO.
Une recuerdos y familia.
¡La Navidad es un regalo! Una oportunidad.
¡NO LA DEJES ESCAPAR!

¡PON TU CORAZÓN EN MOVIMIENTO!

sábado, 8 de diciembre de 2012

UNA ORACIÓN PARA CAMBIAR EL MUNDO... EL SÍ DE UNA MUJER, MARÍA, NOS MUESTRA QUE CON EL AMOR DE DIOS TODO ES POSIBLE.






Oración de San Francisco de Asís:

Omnipotente, altísimo, bondadoso Señor,
tuyas son la alabanza, la gloria y el honor;
tan sólo tú eres digno de toda bendición,
y nunca es digno el hombre de hacer de ti mención.

Loado seas por toda criatura, mi Señor,
y en especial loado por el hermano sol,
que alumbra, y abre el día, y es bello en su esplendor,
y lleva por los cielos noticia de su autor.
Y por la hermana luna, de blanca luz menor,
y las estrellas claras, que tu poder creó,
tan limpias, tan hermosas, tan vivas como son,
y brillan en los cielos: ¡loado, mi Señor!

Y por la hermana agua, preciosa en su candor,
que es útil, casta, humilde: ¡loado, mi Señor!
Por el hermano fuego, que alumbra al irse el sol,
y es fuerte, hermoso, alegre: ¡loado, mis Señor!

Y por la hermana tierra, que es toda bendición,
la hermana madre tierra, que da en toda ocasión
las hierbas y los frutos y flores de color,
y nos sustenta y rige: ¡loado, mi Señor!

Y por los que perdonan y aguantan por tu amor
los males corporales y la tribulación:
¡felices los que sufren en paz con el dolor,
porque les llega el tiempo de la consolación!

Y por la hermana muerte: ¡loado, mi Señor!
Ningún viviente escapa de su persecución;
¡Ay si en pecado grave sorprende al pecador!
¡Dichosos los que cumplen la voluntad de Dios!

¡No probarán la muerte de la condenación!
Servidle con ternura y humilde corazón.
Agradeced sus dones, cantad su creación.
Las criaturas todas, load a mi Señor. Amén.

Oremos: Dios del Universo y Dios de Paz, compadécete de nosotros y de todos los pueblos de la tierra, que imploran de tu misericordia la paz. Danos tu paz, ayúdanos a vivir en paz  con toda la humanidad y con toda la creación, tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amen