sábado, 22 de noviembre de 2014

21 de noviembre: ORACIÓN DE LOS ESTRESADOS



 ORAMOS TODOS JUNTOS:
La sabiduría es radiante e inmarcesible.
La ven fácilmente los que la aman,
y la encuentran los que la buscan;
Ella misma se da a conocer a los que la desean.
Quien madruga por ella no se cansa: la encuentra sentada a la puerta.
Meditar en ella es prudencia consumada,
el que vela por ella pronto se ve libre de preocupaciones;
ella misma va de un lado a otro buscando a los que la merecen;
los aborda benigna por los caminos y les sale al paso en cada pensamiento. Libro de la Sabiduría (6,12-16)




Señor, escucha nuestra súplica.
Somos, Maestros Tellistas estresados porque no podemos dejar de luchar, sembrar, dar, enseñar, entregar nuestro tiempo y energía a los demás
Somos corazón partido, brazo, sueño y espinazo, si fuera menester porque ante la misión la respuesta es SI.
Somos salvaguarda de los valores y de la cultura achicando la ignorancia, la violencia, la soledad y la mentira.


Somos cuerda que se estira hasta que ya no da más de sí.

.
Somos continuadores de un SUEÑO, tus letras y números para que crezcan integralmente mujeres y hombres.
Somos Cruz sobre el hombro, amor en la cartera y, aunque sean los menos, espejo para los que nos escuchan.
Somos pintura de colores que se desgasta, día a día, aún a sabiendas de que no puede ser eterna nuestra mina.


Somos Comunión orante ante el Sagrario, con Matilde, porque la fe y la esperanza siguen ardiendo en nuestros corazones.

 

¡Ayúdanos, Señor!
Danos Inteligencia y paciencia para separar la mies de la paja.
Sana nuestras heridas y danos fuerza para la batalla. ¡AMÉN!

 


Sal 22,1-2a.2b-3.5.6

R/.
 El Señor es mi pastor, nada me falta

El Señor es mi pastor, nada me falta: 
en verdes praderas me hace recostar. R/. 

Me conduce hacia fuentes tranquilas 
y repara mis fuerzas; 
me guía por el sendero justo, 
por el honor de su nombre. R/. 

Preparas una mesa ante mí, 
enfrente de mis enemigos; 
me unges la cabeza con perfume, 
y mi copa rebosa. R/.

Tu bondad y tu misericordia me acompañan 
todos los días de mi vida, 
y habitaré en la casa del Señor 
por años sin término. R/.


 

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