Cuando me nombraron para representar a los seglares tellistas en el Capítulo, sentí la responsabilidad sobre mis espaldas. Otra cruz que portar, con fecha de caducidad o no, pensé.
Me figuré ser un pequeño torero en una gran plaza, esperando la salida del toro, con los miedos e incertidumbres propias del oficio, pero con las ganas intactas de triunfar.
La tarea era de gigantes. Sacar de todas las encuestas realizadas por los seglares que trabajan para el Instituto unas conclusiones que fueran de utilidad y clarificadoras para el Capítulo.
Por suerte, a mi desde pequeño me enseñaron a caminar entre gigantes y superar el miedo con prudencia y alegría. Y también fiándome, un mucho, de la compañía.
En una labor tan formidable, la familia, su tiempo prestado y su comprensión son fundamentales.
Quitar del día a día, del sueño o del ocio, son todas opciones de desgaste en la convivencia familiar, pero la tarea lo merece porque el futuro es para los tellistas y sus familias
La presencia de los seglares en el Capítulo es fruto de la inspiración del Espíritu Santo.
Decidir lo que decir, lo que exponer, lo que proponer a las Hijas de María Madre de la Iglesia, para continuar la OBRA DE DIOS en el Instituto, no se entiende sin esta intervención del Espíritu.
Somos Iglesia, y como tal nos manifestamos en el Capítulo, fieles a la doctrina expresada en el Concilio Vaticano II.
Seglares y Religiosas unidos en la Misisión Evangelizadora.
Siempre bajo el manto protector de María Madre de la Iglesia, nos sentimos nuevamente Matilde Téllez y María Briz, en los comienzos del Instituto: las ideas claras, la fe firme y todo el trabajo que hacer,por delante.
Los miembros de LA COMISIÓN DE SEGLARES (Juan Manuel, Juan Antonio, José, Gabriel, Mª Nieves, Mª Nieves,Javier y Alberto, de derecha a izquierda en la foto.) tenemos cargos/cargas en los distintos colegios del Instituto y esta Gracia, más nuestros Dones, ha sido el único motivo para nuestra elección.
Expresamos la riqueza seglar con la que cuenta el Instituto: somos "ocho puertas distintas" abiertas al futuro. Tellistas, con Fe firme y Esperanza renovada.
Así nos presentamos, el 16 de julio de 2011, fiesta de Nuestra Señora del Carmen y aniversario de la muerte de María Briz,ante el Capítulo General. Contentos por el trabajo realizado en EL INFORME DE LA COMISIÓN DE LAICOS y deseosos de transmitir esa alegría a todos los presentes.
La acogida dispensada y el cariño e ilusión con los que somos tratados/escuchados es el comienzo de un NUEVO NAZARET. El reconocimiento mutuo del CAMINO realizado juntos y la convicción de que esa MISIÓN COMPARTIDA es OBRA DE DIOS son los mejores cimientos para esta NUEVA CASA.
ACCIÓN DE GRACIAS
¡DAD GRACIAS A YAHVEH, PORQUE ES BUENO, PORQUE ES ETERNO SU AMOR!
Queremos Señor, todos los que estamos participando en el XVII Capitulo General, darte las gracias por concedernos la oportunidad de encarnar esta nueva etapa de COMUNIÓN y MISIÓN COMPARTIDA al servicio del hombre de nuestro tiempo.
Se trata, sin duda, de un reto, pero la vida cristiana esta llena de desafios. El mismo hecho de preseverar a lo largo de los años en el seguimiento de tu PALABRA es un reto que parece sobrepasarnos a cada momento. Pero "lo imposible para los hombres, esposible para Ti" y así lo experimentaron los israelitas cuando partieron de Ramses hacia Sukkot a pie.
Gracias también Señor, porque abres ante nosotros un horizonte de ESPERANZA.
ESPERANZA, que como podemos observar en el escudo de la Congregación, se alimenta de la memoria del pasado y de la promesa para el futuro.
Nos invitas a confiar en el viento del Espíritu que empujará las velas, a dejar la seguridad de tierra firme, a remar mar a dentro, a tejer unidos redes cada vez más fuertes y a echarlas en el mar del futuro.
Amanece,es hora de surcar los mares y atravesar las fronteras. Todos somos necesarios, nuestro desafio significa inclusividad, apertura a la luz de todos los grandes faros, que impulsados por un espíritu de oración, acción y sacrificio han iluminado la senda de la humanidad.
Nos gustaría, así mismo, en esta ACCIÓN DE GRACIAS, mirar hacia MARÍA y aprender de Ella.
María simplemente asume la voluntad de Dios. Simplemente, deja que la vida fluya a través suyo y asume en sí lo que va descubriendo. Dejémonos acompañar por las palabras del Magníficat, un canto en el que descubrimos una síntesis maravillosa de los rasgos de la espiritualidad profética que acoge la Palabra, se deja transformar por ella y proclama, con convicción y audacia, el mensaje de salvación.
Queremos expresar también nuestra gratitud al Instituto de las Hijas de María Madre de la Iglesia, a todos los miembros de la familia tellista y a tantas personas con quien nos sentimos profundamente vinculados por la amistad y la comunión en la misión.Que nos inspire siempre a todos la figura de nuestra Beata Fundadora Matilde Téllez Robles y nos anime el ejemplo de fidelidad de María Briz.
¡Por todo lo que hemos recibido de Ti, gracias Señor!
Pero, por todos es sabido que el final de cada Celebración es el comienzo de un nuevo camino en el que ponemos por obra lo que hemos celebrado, apropiándonos de todo lo que hemos visto y oído. Hoy deseamos acabar/reiniciar nuestra marcha con un gesto simbólico: "VAMOS A TEJER, UNIDOS, REDES, CADA VEZ MÁS FUERTES Y ECHARLAS EN EL MAR DEL FUTURO".
Para ello, cada uno de los miembros de la Comisión de Laicos ofrecerá el extremo de una cinta a una Hermana Capitular como representante de las distintas obras del Instituto (las que trabajan con enfermos, las que trabajan en un hogar, las que trabajan en misiones de América o Africa, las que trabajan en las casas de espiritualidad y cuidado de hermanas enfermas, las que se encargan de la pastoral rural, las que trabajan en Portugal, las que trabajan en los colegios.)
Al brindar el extremo de la cinta, ambos, Hermana y Laico, dirán en voz alta: "¡ADELANTE!, PUES SOLO EL CIELO ES NUESTRO TÉRMINO Y DIOS NOS AYUDA EN EL CAMINO HASTA LLEGAR A LA META."
Una vez pronunciada la frase, se irán situando alrededor de la capilla y entrecruzando las cintas. Cuando la red esté completa se depositará como una ofrenda sobre el altar.
Nuestras cintas de colores entrelazadas son banderas de MISIÓN COMPARTIDA, redes de pescadores de hombres para la NUEVA EVANGELIZACIÓN.
Tras compartir el banquete eucarístico, los laicos terminamos nuestro día en el Capítulo compartiendo mesa y mantel con las Hermanas.
La COMUNIÓN, en cuerpo y alma, es el regalo del Espíritu para el Instituto.
La alegría y la esperanza de "LAS AZULES" para el futuro.
"MADRE MATILDE, APOSTOL DE LOS POBRES, SIERVA DE DIOS, VIVIENTE EUCARISTÍA,ENCIENDE EL ANSIAEN NUESTROS CORAZONES DE AMAR EL PAN DE DIOS QUE ES PAN DE VIDA."
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