martes, 12 de febrero de 2013

LA SABIDURÍA DE LA DEBILIDAD

Antes de empezar el Tiempo de Cuaresma, quería remarcar la importancia de la vida religiosa para todos los cristianos. En estos tiempos de duda y tribulación, los religiosas y religiosas son un faro en la niebla.
En nuestro caso, las Hijas de María Madre de la Iglesia, a la luz del Sagrario, son el referente de la vida consagrada para la Familia Tellista.
Quiero hacer llegar aquí las palabras de Benedicto XVI y dos artículos del ABC que inciden, desde la opinión y desde el Evangelio, en la verdad de vida que es la consagración al servicio de los demás en nombre de Nuestro Señor Jesucristo.
¡ÁNIMO Y ADELANTE, COMO MATILDE!



Puede parecer una paradoja, pero el Papa, en las Jornadas de Vida Consagrada, les ha dicho a los religiosos y religiosas que les invita a vivir una fe que sepa reconocer la sabiduría de la debilidad:
" Justamente en las limitaciones y en las debilidades humanas estamos llamados a vivir con Cristo en una tensión integral. el gozo de la vida consagrada pasa necesariamente a través de la participación en la cruz de Cristo."
El Papa invitó a los religiosos a "una peregrinación interior en la que recuerden el primer amor con el que el Señor Jesucristo caldeó su corazón; y no por nostalgia sino para alimentar esa llama."
Para eso, es necesario "estar con Él en el silencio de la Adoración y despertar así la voluntad y la alegría de compartir la vida, las opciones, la obediencia de fe, las bienaventuranzas de los pobres, la radicalidad del amor."



LA VIDA CONSAGRADA

Los religiosos y religiosas están en el corazón mismo de la Iglesia como elementos decisivos para su misión y son una acreditada tarjeta "VIP" de la propuesta cristiana.La educación cristiana de los niños y de los jóvenes está de forma mayoritaria en manos de las congregaciones religiosas.
La presencia de la Iglesia en las fronteras de lo humano y de lo geográfico no es ajena a esta forma de vida. Dado que el misterio de Jesús continúa en la Iglesia, los religiosos y las religiosas, como memoria de la forma de vida de Jesús, contribuyen decisivamente a revelar la cara más profunda de la paradoja y de la singular radicalidad de la experiencia cristiana.
El 2 de febrero se celebraron la Jornada de la Vida Consagrada.El número de congregaciones y sociedades de vida apostólica en España son 106 masculinas, con 11.472 miembros y 302 femeninas con 37.012 miembros.El Jesuita P. Elías Royón, presidente de la CONFER, organismo que coordina a los religiosos españoles, se refirío en su intervención inicial de la última Asamblea de esta institución a dos cuestiones que han sido protagonistas, incluso, de los medios durante los días pasados: El problema vocacional y las relaciones con los obispos.
El hecho que la Conferencia Episcopal emitiera un comunicado a partir de la negativa del arzobispo de Oviedo, monseñor Sanz Montes, él mismo religioso, a que se celebraran unas jornadas de pastoral organizadas por Escuelas Católicas en su diócesis, iniciativa seguida por varios obispos más, y la adecuada respuesta al caso de los responsables de Escuelas Católicas, no es baladí y no tenía muchos precedentes. Lección ya superada.La asignatura pendiente de un documento de la Conferencia Episcopal sobre las mutuas relaciones entre obispos y religiosos podrá ser, una vez más, una oportunidad para que resplandezca la verdad de la vida consagrada., si se enfoca y propone adecuadamente.Representa un tesoro demasiado granado para que su valor y ejemplaridad cotice a la baja.                                                                                                                 

  José Francisco Serrano Oceja (ABC )


LA LUZ Y LA CEGUERA

Cuando Jesús se dirigió por primera vez a sus vecinos y amigos de Nazaret en la sinagoga, quiso explicarles cuál era el sentido de su misión y qué cabía esperar de Él.No era un predicador más ni un taumaturgo más, no, Jesús es aquel a quien Dios ha encomendado restaurar el plan original que tenía pensado para la humanidad desde antes de la creación del mundo, plan que se , malogró con el pecado del hombre.
Por eso, al leer a Isaías, toma el texto en el que se explica que el Espíritu de dios le ha ungido con un doble fin: dar la vista a los ciegos y libertad a los oprimidos. Porque todos estamos ciegos en la medida que hacemos una lectura de la vida sin fe, sin una visión sobrenatural. Solo aquel que entiende que Dios ha preparado para cada uno una historia de salvación, que pasa por la cruz y por la luz es capaz de dar sentido pleno a su existencia.
Somos muchos los que andamos como ciegos, a tientas y sin saber muy bien a quién y dónde dirigirnos.
Pero en Cristo y en su Iglesia encontramos un puerto seguro y una meta cierta a la que dirigir nuestros esfuerzos.
En segundo lugar, dice el Señor que Él ha venido para dar libertad a los cautivos, pues nuestra ceguera nos ha hecho muchas veces tropezar y convertirnos en esclavos de innumerables elementos: miedos, manías, frustraciones adicciones que nos esclavizan y no nos dejan ser nosotros mismos, que impiden que podamos ser en verdad imagen  y semejanza de ese Dios que es amor y espera que nuestra vida sea una historia de entrega y de amor.
Cuando Jesús dice ante sus paisanos que en ese momento se cumplía la Escritura que acababan de escuchar, estaba enviando sobre ellos el Espíritu Santo para que con su eficacia provocara la sanción y la liberación interior que tanto necesitaban.
Igual ocurre hoy con todos los que le escuchamos.
                                                                                                           Jesús Higueras (ABC) 

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